Redondela, reinona del verano

jorge bravo VIGO / LA VOZ

VIGO

El carnaval de la villa de los viaductos congrega a más de 20.000 personas

24 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si alguien vio ayer a Caperucita Roja conduciendo por la autopista, que no se preocupe. No tuvo una alucinación. Como ella, superhéroes, atletas, cocineros o azafatas aterrizaron en Redondela para disfrutar de la fiesta más extravagante del estío, el Entroido de Verán. Y es que febrero no es un mes muy caluroso para los amantes del disfraz, a quienes Redondela lleva diecisiete años cortejando en agosto. Del vecino Vigo, de Pontevedra, de Ourense, de A Coruña, jóvenes y no tan jóvenes fueron puntuales a la cita; más de 20.000.

Tampoco faltaron a la fiesta personajes tan emblemáticos como los del clan Picapiedra, los pitufos, Mario Bros y su inseparable amigo Luigi, los vigilantes de la playa o Popeye. Familias enteras salieron a la calle ataviadas como trogloditas o surferos. Grupos de amigos se unían para crear disfraces colectivos: lacasitos, punkis con crestas de plástico o los amables camareros travestidos del Tommy Mel?s que animaban la parranda desde sus zapatos de plataforma.

«Conocimos la fiesta a través de Internet y venimos por primera vez», relataban unos amigos de Guláns vestidos de hawaianos. Una pandilla de socorristas de playa aseguraban: «No vamos a beber mucho, nos gusta bailar». Estaba por ver. Mientras la charanga se acercaba para amenizar la reunión, más de uno ya estaba entonado.

Varios disyoqueis pincharon lo último en las plazas del centro de Redondela. Ritmo no faltaba porque había grupos que hasta portaban radios en carromatos. Era difícil escapar ayer del jolgorio y no acabar bailando las canciones más sonadas del verano.

Los hosteleros de la villa de los viaductos estaban encantados. Este es el primer año que el Concello les permite instalar barras fuera del bar, contribuyendo al éxito de la celebración. «Ahora la fiesta se extiende por todo el centro», explicaba el camarero del bar Los Leones, Manuel Carelo, quien advertía que «cada plaza tiene su música y se aleja la diversión del botellón».

El alcohol es el punto más conflictivo de carnaval veraniego. La alameda redondelana se llena de criaturas de ficción que beben desde primera hora de la tarde hasta bien entrada la noche. Pero es solo un segmento del público. Se trata de una fiesta para disfrute de toda la familia. Incluso los más pequeños tienen su propio espacio: hinchables y un taller de maquillaje, globoflexia y máscaras, además de un concierto de canciones infantiles. Ya por la noche, los adultos se abonaron a la gala Drag Queen y la música de la ex operación triunfo Soraya. Territorio de reinonas.