El escarabajo rojo ya ha destruido treinta de las 400 palmeras de Gondomar

Monica Torres
Mónica Torres GONDOMAR / LA VOZ

VIGO

El origen del foco en Galicia está en viveros de Borreiros

17 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El insecto más dañino para las palmeras en todo el mundo ha matado ya a más de una treintena de ejemplares en Gondomar. En la villa se detectó el primer foco de picudo rojo en Galicia a finales del 2012 y, a día de hoy, el escarabajo ha mermado ya en un 7 % su población local, cuantificada en unos 400 ejemplares. El edil de Medio Ambiente, Juan Carlos González Camesella, explicó ayer que, aunque durante semanas parecía que se había frenado la propagación, hay ya otros tres árboles sentenciados.

Su estado de infestación obliga a cortarlos pero, como están en fincas particulares, hay que esperar a localizar a los dueños e informarles de la situación. Los propietarios son los que deben asumir el corte siguiendo el protocolo que ha establecido la Xunta para intentar erradicar el temido insecto. El Concello de Gondomar colabora con la Administración autonómica y también apoyan con medios materiales la retirada de los árboles cuando los vecinos lo requieren, aunque sea de competencia particular.

No se ha confirmado aún cómo llegó a Galicia el Rhynchophorus ferrugineus, que ha causado estragos en toda la costa mediterránea de Europa, pero el plan de acción para el control del picudo rojo activado por Medio Rural prioriza una hipótesis: «El origen del foco, en Gondomar, no se puede determinar, aunque puede deberse al movimiento de material vegetal infestado porque a 300 metros de donde se detectó el primer caso hay viveros», recoge el informe de la Xunta. Los tres casos siguientes se detectaron en el mismo radio de influencia, en la parroquia de Borreiros.

Xunta y Concello han promovido acciones de divulgación para intentar prevenir la expansión del coleóptero, pero los nuevos casos evidencian la dificultad de controlar una plaga que llegó a España hace casi veinte años.

Cuando la palmera está muerta, significa que el parásito ya la ha abandonado para colonizar otra. El tratamiento preventivo no es sencillo porque son resistentes a las fumigaciones y los curativos no son efectivos. A falta de un método seguro, lo mejor es eliminar las partes afectadas y la Xunta determina cómo hay que hacerlo hasta deshacerse de los restos.

Rastro en Nigrán y Caminha

El picudo ya saltó también a Nigrán. En las Escolas Proval, justo entre las dos localidades, hay palmeras afectadas. El escarabajo rojo también asedia la comarca de O Baixo Miño. En el municipio luso de Caminha han tenido ya que eliminar tres palmeras. El presidente de la asociación naturalista Anabam, Agustín Ferreira, advertía hace semanas que su propagación es evidente e inevitable.

«Los ejemplares afectados estaban en sitios distintos de Caminha, dos en la zona de Lanhelas y el tercero en Vila Praia de Áncora», señala Ferreira. Considera que «con toda probabilidad no tardará en haber bastantes más dado que en toda la franja que va desde Áncora hasta Vila Nova de Cerveira hay muchas palmeras»

Originario de las regiones tropicales del sureste asiático y Polinesia, el escarabajo comenzó su expansión hace 25 años atacando a palmeras datileras de los países del sur de Asia, península Arábiga e Irán. Fue introducido en el norte de África a través de Egipto en 1993 continuando su expansión hacia los países europeos. El primer positivo de España se confirmó en Granada en 1995. Las larvas excavan galerías desde las axilas de las hojas hasta la corona, en cuyo interior se alimentan vorazmente.

En el mismo municipio en el que se detectó el primer positivo del «bicho asesino» de palmeras y tres nidos de la avispa asiática que devora a las abejas autóctonas, sufre ahora también la presencia de la mariposa que mata las plantas de boj.

La estación fitopatológica de Areeiro lanzaba la alerta en junio y situó el foco en Tomiño. Los productores de la zona aseguraron entonces que no se había detectado la afección.

En Gondomar se produjo el primer caso confirmado y, de nuevo, es en la parroquia de Borreiros donde se ha identificado. La mejor noticia es que hay tratamiento y es eficaz. «Cualquier insecticida acaba con la oruga y evita que se seque el seto. Lo importante es aplicarlo en cuanto se detectan los primeros síntomas», explica el edil de Medio Ambiente, José Carlos Camesella.

Los biólogos de la estación fitopatológica de la Diputación indican que la plaga de mariposas que afecta al boj se identificó a raíz de los análisis de muestras tomadas en Tomiño y, tras una posterior inspección en la zona, se comprobó que la aparición del insecto no es un caso aislado, sino que afecta a varias zonas de O Baixo Miño.

Se trata de Cydalima Persepectalis, una mariposa cuyas larvas comen las hojas de la planta. Entre el 2010 y 2012 acabó con amplias áreas en zonas boscosas de Suiza. Hasta el momento no se ha detectado el avance de esta plaga en España ni en Portugal.

El insecto es originario de Asia y el método más probable de introducción en Galicia es a través del comercio internacional de diversos productos agrícolas. Se sospecha que alguna persona o vivero pudo adquirir y traer a Galicia plantas enfermas en puntos donde se ha propagado la plaga.

Desde la estación fitopatológica se están dando recomendaciones a los agricultores para el tratamiento de la plaga, que es bastante sencillo, y se mantienen pendientes de su evolución, dado que podría ser una seria amenaza para las poblaciones de boj, tanto silvestres como en jardines. Se trata de una planta muy frecuente en espacios públicos de la provincia. Está presente, por ejemplo en la isla de San Simón o en el jardín francés del parque de Castrelos.

Productores de Tomiño, el municipio de donde salen entre 40.000 y 50.000 plantas de boj cada año, confirmaron que no había ningún caso a principios de julio. Es, con la camelia, una de las plantas más emblemáticas de la zona, la gran productora ornamental de España.