El Concello llena el auditorio de usos estudiantiles para evitar su quiebra

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

La sala que tiene vacía desde la inauguración será un espacio de estudio

31 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ante el anuncio del PP de la próxima presentación de medidas para salvar de la quiebra el auditorio de Beiramar, el alcalde se adelantó ayer y desveló que a principios del próximo año se pondrá en marcha un espacio de estudio de doscientos metros cuadrados. «Será un gran complejo universitario», apostilló Caballero.

Desde marzo del 2011, cuando se inauguró el auditorio, el Concello mantiene sin uso un local de doscientos metros cuadrados, los mismos que ocupará la sala de estudio. La dotación, fue recibida por el Concello de manos de la constructora en julio del 2012, cuando amplió la concesión por otros 25 años. El local está ubicado en la planta baja y la intención en principio era destinarlo a usos socioculturales y sociales.

La sala de estudio que pretende abrir en el 2015 se vendrá a sumar al aula de la UNED en Vigo, que está previsto trasladar también al mismo auditorio en este mismo año con cinco grados, según anunció recientemente Caballero.

No es la primera vez que se habla de usos culturales para el también llamado palacio de congresos. Hace años el alcalde propuso estas instalaciones para acoger la biblioteca del Estado. Finalmente, tanto estas como el resto de las propuestas fueron descartadas por el Concello y Vigo se quedó sin biblioteca. El Ministerio de Cultura, cuyo titular en aquellos momentos era César Antonio Molina, ponía como condición para crearla que el Concello facilitara la ubicación.

El fracaso de las instalaciones del auditorio, primero con el cierre del restaurante y después con el del hotel Carrís, a lo que se sumó la escasez de congresos, hace que en la actualidad se busquen otros usos con urgencia para impedir que siga vacío.

La concesionaria achacó parte del fracaso al incumplimiento de algunas promesas como la humanización del entorno. Aunque en principio estaba previsto cambiar la imagen marginal de la zona, lo cierto es que las calles siguen totalmente abandonadas.

Además de la prostitución, buena muestra de la marginalidad es el traslado a esas calles del programa Sereos para personas sin recursos y con problemas de drogadicciones. Fue eliminado del centro de la ciudad y ubicado en Beiramar.