Ana María Pita y sus colegas tuvieron que esperar 15 años para ver realizado su ansiado proyecto del grado simultáneo.
-¿Hubo algún desencuentro con la Facultad de Ciencias Económicas a la hora de diseñar el nuevo grado?
-En las conversaciones no, se dio un ambiente de confianza mutua. Pero el Consello de Goberno, a petición unilateral de Ciencias Económicas, decidió modificar el artículo 4 de la normativa que atribuye la administración y la gestión de expedientes a mi facultad y que ahora será atribuida a Económicas.
-¿Van a recurrir esta decisión?
-Sí. Nosotros no sabíamos nada del cambio hasta que salió en el orden del día. El Consello se basó en un informe sobre el número de funcionarios de administración: Económicas tiene seis y Derecho, cuatro, porque ellos tienen más alumnos. Pero si se calcula la ratio, es decir, número de expedientes por funcionario, el resultado es muy similar.
-¿Por qué es tan importante la gestión de expedientes?
-La iniciativa del grado fue propuesta y mantenida por mi facultad. La gestión es muy importante porque un alumno se siente más vinculado a la facultad en la que tiene su expediente.
-¿Cuándo nació la idea original de implantar el grado ADE-Derecho en Vigo?
-La primera propuesta fue en torno al año 1999. El por aquel entonces rector Domingo Docampo había asumido el compromiso con nosotros para crearlo. Empezamos conversaciones pero no llegaron a buen término, no se daban las circunstancias, no había interés. De haberlo hecho, hubiésemos sidos pioneros en toda Galicia.
-¿Cómo sentó que poco después A Coruña implantara el mismo doble grado?
-A mí, personalmente, muy mal. En alguna reunión que tuvimos yo dije premonitoriamente que A Coruña se nos iba a adelantar y así fue. Ellos lo pusieron en marcha cuando se dieron cuenta de que nosotros no éramos capaces.
-¿Cuándo se volvió a intentar crearlo?
-Se intentó un par de veces más. Cuando empezamos con el plan Bolonia yo me opuse al plan de estudios porque estábamos perdiendo la oportunidad de implantar la simultaneidad.
-Entonces, ¿qué cambió para poder implantarlo este próximo curso?
-Cambió el compromiso del rector [Salustiano Mato] conmigo. Hace casi cuatro años, cuando llegué al decanato, la Escuela de Negocios de Caixanova nos propuso hacer la simultaneidad con ellos, sin contar con Ciencias Económicas. Yo le dije al rector que ese era el proyecto que llevaba acariciando desde hacía años y si lo tenía que hacer por la privada, pues lo hacía. Pero el rector me pidió que lo hiciéramos por la pública y yo le dije que sí, pero que él se tenía que comprometer a que la gente de Económicas accediese y estuviese realmente interesada. Yo era muy escéptica porque ya lo habíamos intentado y no había sido posible.
-¿Cuál cree que es la principal ventaja del grado simultáneo?
-Los alumnos lo tienen todo organizado: no tienen que andar pidiendo permisos para simultanear dos carreras ni andar compensando créditos y materias. Doble grado significa doble perspectiva. El alumno que termine este grado tendrá las competencias de cualquier jurista.