«Si la educación diferenciada fuese obligatoria, dejaría esta profesión»

brais cedeira VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El director del Montecastelo reclama libertad para escoger la educación

22 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los conciertos económicos a centros de educación diferenciada continúan generando debate en los últimos días. Una sentencia del Tribunal Supremo ha anulado los conciertos económicos recibidos por los 5 colegios gallegos que escolarizan alumnos de un mismo sexo. La CIG reclama la devolución del dinero de los conciertos. José Manuel Rodríguez Lago, director de Montecastelo, sale al paso de las críticas hacia el modelo educativo. Rafael Moledo, padre del colegio, y Enrique Vázquez, exalumno, aseguran que funciona, «y con resultados excelentes».

-¿Qué sentido tienen los conciertos?

-José Manuel Rodríguez Lago. El concierto sirve para que las familias puedan traer a sus hijos al colegio que escojan. Apenas entra en el colegio el dinero de los conciertos. Cuando se habla de quitar un concierto a un colegio, lo que sucede es que se le quita la ayuda a una familia concreta. Si el estado no concierta los colegios, bueno, se puede hablar de libertad a escoger, pero si no tienes dinero no puedes elegir para tus hijos un centro como este. La nueva ley de educación no permite que los padres tengan soslayado este derecho.

-¿Por qué la educación diferenciada?

-José Manuel Rodríguez Lago. A mí me parecen tan válidas la coeducación como la educación diferenciada. Y ante todo defiendo la libertad para que cada uno elija el colegio y la educación de sus hijos. Yo, si el estado obligase a todos los colegios a ser de educación diferenciada, me parecería una completa injusticia. Me iría de aquí y dejaría esta profesión

-Se esgrimen diversos argumentos en contra del modelo: la separación entre chicos y chicas...

-J.M.R.L. A mi modo de ver, niños y niñas son iguales en el sentido de que tienen los mismos derechos, la misma dignidad, han de tener las mismas oportunidades... Pero sí que, por otro lado, tienen unos ritmos de aprendizaje muy diferentes.

-Rafael Moledo. Yo veo una diferencia entre niños y niñas cuando llegan a la adolescencia. Ellas suelen madurar antes que ellos, y cada uno precisa de una educación concreta. Llevamos cinco años en el colegio y nunca me han preguntado por esto. Y están muy contentos e integrados. A mi hijo, que está en primero de Eso, no le sucede. Luego los fines de semana juega con sus amigos y amigas del barrio y tan tranquilo.

-También se critica duramente la vinculación del Opus Dei a este tipo de colegios.

-R.M.No me parece mal que cada uno crea en lo que quiera o lleve la vida que considere. Lo cierto es que aquí no se obliga a nada a nadie. Evidentemente se transmiten unos valores determinados, pero eso no quiere decir que se trate de captar a nadie o de lavar el cerebro, ni nada por el estilo.

-Enrique Vázquez. Lógicamente te transmiten unos valores que son transversales, universales: saber estar, saber ser persona, tener respeto y educación. Y luego, aparte, la religión cristiana, que puedes estar de acuerdo o no, pero es una opción como cualquier otra.

-J.M.R.L Nuestros principales pilares a la hora de formar a los alumnos son tres: la dedicación personalizada a cada alumno, la identidad cristiana, y la comunicación con los padres. Pero oye, que aquí no se obliga a nadie a rezar ni nada por el estilo. Pero sí que se trata de que la enseñanza no sea solo matemáticas, economía, lengua... Creemos que educar también es educar en valores.

-¿Existen prejuicios ante estos colegios?

-R.M. Quizás sí, en cuanto a que, como es «un colegio del Opus» ya le ponen la etiqueta. He notado un cambio abismal en cuanto a lo que es la atención hacia mis hijos aquí en comparación con el colegio público en el que estaban. Prejuicios... Bueno, escucho comentarios, pero no le doy ninguna importancia. Mucho de lo que se dice es desde el desconocimiento No tienes que ser practicante para traer tus hijos aquí.

-¿En qué sentido hay una mayor atención al alumno?

-R.M. Sobre todo en el sentido de que recibimos un trato concreto y específico que es excelente, que atiende directamente a la personalidad y la necesidades de cada uno.

-E.V. Hace dos años que terminé FP aquí, pero vuelves y es como si no hubiera pasado el tiempo. Sabes que siempre puedes recurrir a ellos. En cambio aquí es otra historia. Se tiene un trato tan bueno con los profesores que acabas haciendo amistad. Te aconsejan, se preocupan por ti, te asesoran.

-J.M.R.L. Los padres son aquí protagonistas. Vienen cada trimestre al colegio y quedan tanto con el profesor encargado como con el tutor de su hijo para ver cómo va desarrollándose el curso. Cada alumno es un mundo, y nosotros buscamos darle atención específica a cada uno de ellos.

-El modelo funciona en otros países.

-J.M.R.L. En Alemania, por ejemplo, el partido socialista y los verdes han implantado la educación diferenciada en los colegios públicos... Obama, en estados Unidos, que no es del Opus Dei, ni nada que se le parezca, ha creado varios centros de educación diferenciada, públicos. Lo que se nos suele achacar es el coste, pero lo cierto es que si el modelo funciona, compensaría invertir ahí.

- Según la RAE, la palabra segregar quiere decir «separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales». Ustedes hablan siempre de educación diferenciada. Quienes les critican, de segregación. ¿Qué le parece?

-J.M.R.L. No lo comparto. Si me preguntas si estoy en contra de los colegios que segregan y discriminan, pues desde luego que estoy en contra. Pero es que aquí no se hace eso. Y hombre, no creo que las familias traigan aquí a sus hijos para que los segreguemos y los discriminemos. Si es que, si nos dedicásemos a eso, ¡nos tendrían que meter a todos en la cárcel!

-R.M. Sobre todo debe primar la libertad. Somos los padres los que debemos escoger la educación para sus hijos. Parece que quienes critican estos colegios no les preocupan los resultados académicos ni que estos alumnos o las familias tengan derecho a escoger. Lo principal es poder elegir dónde estudia tu hijo.