«Antes vivíamos la cultura de la lectura, ahora la de la imagen»

jorge liboreiro VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Dice que fue un rector atípico porque seguía dando clases lunes y martes

20 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hoy se cumplen 25 años desde que se publicó la ley gallega que hizo posible el nacimiento de la Universidad de Vigo. Luis Espada Recarey fue el encargado de erigirla desde la nada. Tras dejar el puesto de rector en 1995, Espada combinó sus clases en la Escuela de Ingeniería Industrial con la presidencia del Tribunal de Garantías. Hace tres años fue nombrado profesor emérito y ahora echa la vista atrás para recordar el nacimiento de la Universidad.

-¿Qué significó para Vigo separarse de Santiago y tener una universidad independiente?

-Fue algo muy importante, era algo que se venía reivindicando desde hacía años. Se había creado una asociación pro universitaria para despertar la conciencia de la ciudadanía y la necesidad que una ciudad tan grande como Vigo tuviera universidad.

-¿A qué retos se enfrentó como rector de una universidad que acababa de ser fundada?

-Nuestra primer rectorado estaba situado en el edificio del Gran Hotel. Era un apartamento de 70 metros cuadrados y sirvió como despacho los primeros meses. Cuando el 16 de septiembre, dos días después de mi nombramiento como rector, llegamos allí y nos situamos alrededor de una mesa, el vicerrector Juan Leiceaga me dijo: «Xa temos universidade, ¿ahora que facemos?». Con esto se refería a todo el camino que nos quedaba por delante.

-¿A partir de ese día que pasó?

-Luego nos pasaron a un ático del edificio Cambón y a mediados de 1992, al edificio del gobierno civil en la calle Oporto. Allí se entregaron los primeros honoris causa.

-¿Qué supuso partir de cero?

-Tuvimos que diseñar los planes de estudio, poner en marcha las nuevas titulaciones, construir facultades, organizar las gerencias y las administraciones, redactar estatutos, crear los claustros, elegir las fuentes del gobierno y los servicios centrales, etcétera... Nuestras primeras nóminas las gestionaban desde la Universidad de Santiago porque nosotros aún no teníamos personal para ello.

-La Ley 11/1989 fue aprobada bajo la presidencia de Fernando González Laxe en un gobierno de coalición tripartito. Meses después, en enero de 1990, Manuel Fraga tomaba su relevo. ¿Cómo afectó este cambio político a la puesta en marcha de la universidad?

-No afectó en absoluto, por una cosa muy importante: la Ley de Financiación Plurianual, que permite crear programas de financiación para la universidad cada cuatro años. Eso proporcionó estabilidad y fue clave en el despegue de la institución.

-¿Recibió presiones políticas?

-Siempre hay interferencias, gente de los municipios o ayuntamientos que presiona para que se amplíen las plazas de ciertas titulaciones. Yo siempre he dicho que la política es para políticos y la universidad para universitarios.

-¿Tuvo dudas al decidir si quería ser rector o no?

-No. Yo ya era vicerrector y ya sabía cómo estaba yendo el borrador de la ley y lo que iba a implicar. Al principio se había hablado de hacer una Universidad Norte y otra Sur, pero a Camilo Nogueira Román, del Partido Socialista Galego, se le ocurrió la idea de hacer tres universidades, cada una con el nombre de una ciudad.

-¿Qué tipo de rector fue?

-Atípico, porque seguía dando clase los lunes y martes, no quería dejar la tiza. Lo bueno de dejar de ser rector es que ya no tenía que andar a medio camino entre el rectorado y mi despacho. Cuando un rector se retira, le ofrecen un año sabático, pero yo no lo acepté.

-¿En qué se diferencian los alumnos de aquella época con los de ahora?

-Ahora hay un mayor contacto profesor-alumno, están mas tutorizados. Los planes de estudio están mejor diseñados, antes eran muy enciclopédicos. Los planes de estudio, los profesores y los alumnos son los tres parámetros básicos que tienen que funcionar perfectamente.

-¿Cómo han cambiado Internet y las nuevas tecnologías la forma de enseñar y aprender?

-Los alumnos disponen de muchísima información, incluso excesiva, que necesitan saber analizar y sintetizar. Antes, si había algo que no entendían, tenían que buscar un libro en la biblioteca o alguien que se lo explicara en persona.

-¿Se ha perdido la tradición de ir a la biblioteca y rodearse de libros?

-Antes vivíamos en la cultura de la lectura, ahora vivimos la de la imagen. Ahora se redacta peor porque se lee menos. Yo siempre he insistido mucho en eso: me fijaba en las comas, en los gerundios... De hecho, yo presioné para que se creara una asignatura de redacción científica porque los ingenieros tienen que saber escribir.

-¿Cree que ir a la universidad es una moda?

-Creo que lo era más hace unos años, cuando la gente entraba sin vocación. Ahora se aprecian más las formaciones profesionales, que antes estaban peor valoradas.

luis espada recarey primer rector de la universidad de vigo