Pintura acrílica para difuminar el dolor

jorge liboreiro VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El centro social Afundación acoge la exposición de cuadros pintados por los alumnos de la Escuela del Chuvi

05 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las artes plásticas como forma de canalizar las emociones. Ese es el mensaje lanzado por la exposición A cor las lembranzas, conformada por 42 cuadros pintados en pintura acrílica sobre lienzo por los alumnos de la Escuela de Pediatría del Chuvi. La galería, inaugurada ayer por la mañana, se podrá visitar en el centro social Afundación (accediendo por la entrada de la calle Velázquez Moreno) hasta el día 19 de julio, en horario de lunes a sábado de 17.30 a 20.30.

Los cuadros reflejan los recuerdos más gratificantes para los alumnos. La noche de San Juan, las fiestas del Carmen, andar en bicicleta, Argentina, comer caramelos, el zoológico de Madrid, patinar por Samil o navegar en un barco de vela han sido algunas de las memorias retratadas en los lienzos de dimensiones 100 x 70. «No hubo ningún recuerdo matereliasta», destaca Julia Fernández, promotora de esa iniciativa y profesora del aula de entre 7 y 15 años. Fernández confiaba en que la libertad creativa ayudase a los niños a evadirse de la realidad. «Ellos quedaron encantados. Hay que tener en cuenta que este no es un colegio tradicional», aclara la docente.

A la presentación de ayer por la mañana ante los medios no pudieron acudir todos los niños implicados puesto que algunos todavía siguen ingresados en el Chuvi. Las siete niñas allí presentes fueron el centro de atención mientras comentaban con los presentes la inspiración detrás de cada cuadro. En medio de la sala, unos tacos de madera pintados a mano lucían el nombre de la exposición. Al lado de cada pintura se sitúa un pequeño cartel que contiene una breve explicación con los términos más importantes resaltados en rojo. La elección de palabras imprescindibles fue una tarea complementaria a la del pincel. «Los niños tenían que elegir aquellas palabras que comprarían si tuvieran que pagar por ellas», explica la profesora. Familia, sol, luna, luz, nube, sonrisa o amistad fueron algunas de las elegidas.

Julia Fernández se mostró muy agradecida con la organización de Afundación por permitirle acoger la exposición de estos artistas amateurs. «Me parece importantísimo que la galería tenga dignidad», manifiesta. Objetivo que ha conseguido.

inés fernández gómez

(14 años)

«Me gustaría volver a Bélgica». Inés escogió el recuerdo de su excursión a Bélgica con sus compañeros del colegio, donde visitó durante cinco días las ciudades de Amberes y Brujas, entre otras.

«Usé el rosa porque me gusta mucho», dice señalando los trazos abstractos de su cuadro. En su estancia de una semana en el Chuvi, Inés dedicó dos clases a su cuadro. «No se me ocurría qué pintar y, al final, puse tres banderas de Bélgica», comenta Inés. Le «gustaría mucho volver» a dicho país.

ana belén dos santos

(4 años)

«La profe no me ayudó mucho, lo hice yo solita». Ana Belén, una de las más pequeñas que participaron en la actividad, se muestra orgullosa y segura al lado de su representación de «un día en la playa en el que había castillos de arena». «Pinté tantas mariposas porque me gustan mucho», cuenta la niña cuyo cuadro está protagonizado por dicho insecto.

«La profe no me ayudó mucho, lo hice yo solita», confiesa con decisión, aunque después añade: «Para elegir la pintura sí que ayudó un poquito».

tamara quintero sánchez (13 años)

«Cuando nació mi hermana pequeña, fue el momento más feliz de mi vida». Tamara ya tiene experiencia en el terreno artístico avalada por varios premios de dibujo, entre ellos una competición en la obtuvo el tercer galardón de toda España. «Iba ayudando a otros niños a pintar», comenta. Como inspiración para su obra, que combina acrílico y rotulador, Tamara escogió a su hermana pequeña de ocho años porque «fue el momento más feliz de su vida». Tamara la retrató en medio de un campo de flores. «Me salí un poco al pintar porque tenía la vía en la mano y me molestaba», recuerda.

alba melendro alonso

(14 años)

«Pinté las nubes de rosa porque es mi color favorito». Lo primero que se le ocurrió a Alba fue un paisaje veraniego repleto de flores donde conoció a «Juanma, un amigo muy especial». Pintar el cuadro le llevó dos tardes y primero realizó el cielo, luego la hierba y por último las nubes, de rosa chillón, su «color favorito».

andrea rodríguez pereira

(15 años)

«Escogí a Rudy Fernández porque soy fan del Real Madrid de baloncesto». Andrea es una acérrima aficionada al baloncesto y su creación así lo refleja. «Pinté a Rudy Fernández, el alero del Real Madrid. Lo conocí en un hotel de Santiago de Compostela cuando fui a ver un partido contra el Obradoiro. También conocí a Sergio Llull, me hice fotos con los jugadores y me firmaron la camiseta y las botas», cuenta Andrea con una amplia sonrisa. Lo más curioso es que está historia la presenció dos años consecutivos y piensa repetir en cuanto tenga oportunidad. Para hacer los brazos del alero, Andrea usó una foto como modelo a seguir y completó el cuadro con trazos en cruz en naranja y azul, colores característicos del equipo merengue de baloncesto.

gabriela cid dobarro

(14 años)

«Escuchar música en la playa me ayudó a olvidar los problemas en casa». La música del cantante Dani Martín motivó a Gabriela a diseñar la playa en la que ella y sus amigas escucharon las canciones de Dani Martín «a todo volumen y gritando». «Fue un día en el que me lo pasé muy bien con todas mis amigas, estuvimos corriendo por la arena. Me pude olvidar de los problemas en mi casa», relata. Gabriela también es fan de Avril Lavigne, One Direction y 5 Seconds of Summer.

carlota cid dobarro

(11 años)

«En las tirolinas iba colgada desde un árbol a otro». María no es tan fan de la música como Carlota, su hermana mayor con la que no coincidió en el Chuvi, así que prefirió recrear con los acrílicos el día en que ella y su familia acudieron al Parque Aventura Marín donde pudo probar las famosas tirolinas. «Me movía colgada de un árbol a otro», rememora con alegría.

mar fernández vallebona (8 años)

«El cielo es de color rosa porque es un amanecer». «Me gusta mucho la naturaleza», afirma Mar que diseñó un campo con un río. «El cielo es de color rosa como el amanecer». Mar usó el lápiz para trazar cuidadosamente el río antes de aplicar color. En el cartel informativo que acompaña al cuadro, ella misma lo define como un «paisaje precioso».