La orquesta Vigo 430 abre una nueva vía para la música barroca

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

La formación estrenó ayer una sección especializada en música antigua dirigida por el experto Alfonso Sebastián

01 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Orquesta Vigo 430 es solo una, pero quiere ser más. La formación que nació como sinfónica en el año 2005 ha ido afianzando su posición con pasos firmes, todos los que le permite el lastre de contar con un presupuesto raquítico que no merma la calidad de los músicos, pero sí su capacidad de llegar más lejos en aspiraciones que llegan poco a poco. Una de ellas era la de crear dentro de la propia orquesta una sección especializada en música antigua. Como recuerda su director artístico, Javier Escobar, «teníamos este proyecto en mente desde hacía mucho tiempo y cuando vimos que Alfonso Sebastián podía ser el que se encargarse del proyecto, decidimos llevarlo a cabo», cuenta. Tras ser invitado por la formación para participar en el Programa Sinfónico de Primavera, el maestro Sebastián apreció en los músicos de la OSV430 grandes cualidades para la música barroca y fue él mismo quien propuso la creación de una sección estable dedicada a este repertorio. El zaragozano, tras estudiar al lado de grandes expertos internacionales, es uno de los mejores especialistas del país y además de profesor de clave en el Conservatorio de Salamanca, forma parte del grupo Los Músicos de Su Alteza, dedicado a la recuperación del repertorio histórico español.

Para el debut, que tuvo lugar ayer en la parroquia de San Francisco Javier, en Teis, eligió un repertorio integrado por obras de Locke, Purcell, Erlebach y Muffat, con la joven voz de la mezzo pontevedresa Ana Jesús Sánchez, que atesora una importante experiencia a sus espaldas al lado de estrellas como Jordi Savall. Pero, como confirma Escobar, el concierto solo ha sido un aperitivo que anuncia lo que vendrá después: «para la próxima temporada los conciertos barrocos estarán dentro de la programación y la idea es que, además, podamos contar con muchos músicos invitados y colaboradores junto a los 15 integrantes fijos». Entre ellos, destaca la importancia de la figura de Alejandro Navarro al concertino por su implicación en el proyecto. Combinar agendas no es sencillo pero asegura que ya están acostumbrados, no en vano la propia orquesta viguesa se nutre de intérpretes que, al recibir una contraprestación económica «muy inferior a la que les corresponde», asegura, alternan su labor en otros conjuntos o dando clases. El director artístico explica que carecen de ayuda por parte del Gobierno gallego y solo cuentan con el respaldo del Concello de Vigo, gracias al cual pueden desarrollar su labor, pero con un presupuesto muy limitado. La orquesta integrada por medio centenar de músicos, que ha sido alabada por su rigor y audacia con la batuta del relevante Alejandro Garrido, no cuenta ni con una sede propia. «Nos reunimos en el Conservatorio Superior, donde pagamos un alquiler. El Ayuntamiento nos comunicó su intención de cedernos un local, y esperamos que haya pronto buenas noticias en este sentido», añade.