Horacio Gil (PP) arrebata la alcaldía de Arbo a Xavier Simón

Monica Torres
Monica Torres ARBO / LA VOZ

VIGO

Más de un centenar de vecinos despiden entre aplausos al regidor nacionalista tras aprobarse la moción de censura

28 jun 2014 . Actualizado a las 03:29 h.

Dos de los tres ediles de Alternativa Independiente de Arbo (AIAR), que tras las elecciones auparon a la alcaldía al nacionalista Xavier Simón, se la quitaron ayer confirmando con su voto en el pleno la moción de censura que ha devuelto el gobierno local al PP. Horacio Gil Expósito se convirtió en alcalde tras un tenso debate, seguido por más de un centenar de vecinos que ocupaban el salón de sesiones o seguían el pleno desde la plaza por el altavoz. El nuevo regidor, de 51 años de edad, fue concejal y teniente de alcalde desde 1991 hasta el 2011, año en el que -pese a ser la fuerza más votada y conseguir 5 de los 11 representantes electos- accedió a la alcaldía por primera vez en la historia del municipio el BNG, con tres concejales. Fueron los otros tantos de AIAR los que permitieron que Xavier Simón cogiera el bastón. Ese pacto de gobernabilidad hizo aguas y el regidor nacionalista quedó en minoría. Sí mantuvo durante los últimos meses el apoyo de una de los ediles que lo aupó a la alcaldía y que ocupó hasta ayer la primera tenencia, Fabiola Durán.

Las desavenencias entre los grupos quedaron manifiestas en el debate. Xavier Simón y uno de los independientes que firmó la censura, José Simón Castro, se desmintieron mutuamente sobre el por qué no hubo el traspaso de alcaldía previsto entre las dos formaciones en el ecuador del mandato. El primero dijo que se le ofreció y no la quiso y el segundo que no se la dieron cuando la reclamó. El regidor censurado apeló sin éxito hasta el momento de la votación a los dos independientes, José Simón Castro y Salomé Troncoso, para que reconsideraran su voto. Xavier Simón negó la situación de «desgobierno» en la que sustentó el PP la censura repasando el mandato. Desgranó «logros», como «haber pagado las deudas que heredamos, pasar de estar en números rojos a superávit o dejar hecho el proyecto y el plan sectorial para construir una residencia para la tercera edad».

Su ex socio de gobierno, que ahora forma parte del de Horacio Gil, José Simón Castro, calificó de «error» haberlo apoyado en el 2011 y de «legítima» la censura, por ser «lo mejor para Arbo». El edil fue abucheado en varias ocasiones por los vecinos, que llevaban camisetas con los mensajes «Arbo non se vende» y «Non á alta tensión», en referencia a un proyecto eléctrico en trámite. Argumentó que no se respetó el pacto para ceder la alcaldía y que «desde entonces les movieron intereses partidistas».

Frente a la «política de acoso y derribo» de la que el alcalde saliente acusó al PP, Xavier Simón dejó el bastón asegurando que «imos facer oposición constructiva pero contundente».

Horacio Gil, en la corporación desde hace 23 años, defendió que la censura se debe a «una situación insostenible de desgobierno que los vecinos no pueden continuar soportando». «Llegó la hora de que asumamos la responsabilidad», dijo. Tras jurar la Constitución ya como nuevo alcalde, se comprometió a «trabajar con humildad y responsabilidad». Sobre las delegaciones solo confirmó a la independiente Salomé Santalla como teniente de alcalde. El PP ostenta desde ayer las nueve alcaldías de las comarcas de O Condado y A Paradanta.