Cepesca pone en valor el esfuerzo de la flota española por mejorar la sostenibilidad

VIGO

Medio centenar de armadores y marineros asisten en Vigo a un curso de buenas prácticas ambientales en el sector pesquero

18 jun 2014 . Actualizado a las 15:49 h.

Las buenas prácticas ambientales en el sector pesquero son rentables. Es, en síntesis, la conclusión que la Confederación Española de Pesca (Cepesca) pretende que cale en el sector. Con ese objetivo está desarrollando en Vigo un plan de formación presencial en el que participan medio centenar de armadores y marineros, fundamentalmente vinculados al arrastre de altura. «Desafortunadamente, no basta con ser bueno, sino que además hay que parecerlo y demostrarlo», afirma Ricardo Sagarminaga, el experto que imparte la formación.

Coincide con Iván López, presidente de Agarba, la asociación que agrupa a los armadores de bacaladeros, en que los pescadores se encuentran en una situación de vulnerabilidad, debido a las grandes presiones a que les someten fundamentalmente las asociaciones ecologistas. Es sorprendente, sostienen, que sea precisamente a las flotas que más y mejor cumplen con los mandamientos de la sostenibilidad, a las que más presionan. «Tienen que dejar respirar un poco porque en España, en general, se están haciendo las cosas bien», dijo Sagarminaga.

A su juicio la principal asignatura pendiente es la comunicación. «Nos falla y no conseguimos que se visualicen las buenas noticias», se lamentó.

Por su parte, Iván López subrayó que partiendo de la base de que la Secretaría de Pesca española es una de las más vanguardistas a nivel mundial, se impone que el Gobierno en general aporte seriedad y credibilidad al sector para, a renglón seguido, hacer la parte alicuota de autocrítica y reconocer que el sector tiene que ser consecuente: «Tenemos que ser realistas y cumplir con nuestras cuotas. Cuando se hacen las cosas bien no hay sanciones», afirmó.

Remataron haciendo hincapié en la necesidad de que la gestión de los recursos pesqueros se basé en la ciencia y no en la presión social