Playas llenas, pero sin socorristas

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

El servicio empezará a prestarse hoy ya que el Concello mantuvo la fecha habitual del 15 de junio, sin tener en cuenta que dividía un fin de semana en el que ya suele hacer calor

15 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El calendario ha jugado una mala pasada al gobierno vigués, sobre todo porque nadie ha tenido la precaución de consultarlo antes de decidir el período de vigilancia en las playas de Vigo. La práctica habitual es que se ponga en marcha el servicio de salvamento y socorrismo el 15 de junio, y este año no ha sido una excepción pese a que se trata de un domingo. De esta forma, se produjo la incongruencia de que ayer, sábado, con los arenales a rebosar, no hubiera vigilancia, una carencia que hoy ya se habrá resuelto. según las previsiones.

Una visita a la playa de Samil en la tarde de ayer permitía comprobar, en una jornada de 30 grados o más y tras varios días de calor, que el arenal, el principal de la ciudad, se encontraba a tope. Miles de personas disfrutaban de un auténtico día de verano y lo mismo ocurría en el resto de las playas del municipio, caso de Saiáns (Fortiñón) o Canido, por citar dos conocidas.

Por supuesto, la mayor parte de los usuarios eran ajenos a este déficit de seguridad e incluso muchos contaban con la presencia de socorristas en caso de ser necesarios ya que sí eran visibles los agentes de la Policía Local, que desde hace unos años vigilan las playas en verano incluso en bicicleta.

Viejas reclamación

La demanda de adelantar la presencia de socorristas en los arenales es un asunto que otros años ha generado polémica o al menos debate, especialmente cuando el calor ha llegado al comienzo de la primavera. Hubo años en que ya en semana santa los arenales estaban llenos de usuarios, pero indefectiblemente había que esperar al 15 de junio para que estuvieran vigilados.

Eliminar el corsé de la fecha fija y adecuar la vigilancia a la situación climatológica es una petición reiterada de la asociación que regula la concesión de las banderas azules. Su representante lo demandó hace varios años en Vigo en presencia del alcalde y de la concejala de Medio Ambiente. Abel Caballero y Chus Lago dieron largas a la sugerencia, presumiblemente por motivos económicos ya que encarecería la contratación de un servicio que elogian pero que sigue sujeto a cánones desfasados si lo que prima es la seguridad ciudadana.

Esto ocurre pese a que la vigilancia de los arenales durante la época estival no es una partida especialmente gravosa para el Concello teniendo en cuenta su repercusión en la actividad turística. Este año la entidad que se encarga de llevarla a cabo, Cruz Roja, veterana en estas lides, recibirá por esta labor 152.000 euros y a cambio proveerá los socorristas y asistencia sanitaria a una decena de playas del termino municipal, con un total de 60 trabajadores, al menos 43 de ellos en cada turno.

El servicio se prestará durante tres meses, pero a medio gas uno de ellos (la segunda quincena de junio y la primera de septiembre) y de forma mucho más intensa julio y agosto. Para ello usan el dato de que en junio y septiembre hay menos bañistas, y siempre partiendo de primar Samil, O Vao y Cíes los fines de semana. Sin embargo, el último ahogamiento en la ciudad se produjo en la playa de Saiáns cuando todavía no había socorristas.

Un dato a tener en cuenta es que el Concello ha relegado hasta hoy el servicio de socorrismo, pero desde hace varios días envió a la Policía Local a patrullar los arenales. Respecto a las playas, una vez que hoy empiece el servicio no será igual en todas. En junio y septiembre a diario de tarde en Argazada, Samil, Saiáns, O Vao, Rodas (Cíes) y Figueiras, y en las demás solo los fines de semana (A Punta, Tombo do Gato, Fontaíña, Canido y Fortiñón, en Saiáns). Esta última es considerada la más peligrosa de todo el litoral vigués.