«Alberto de Mónaco donó material para el Oceanográfico de Vigo»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

El autor rescata en un libro la figura del investigador Odón de Buen, fundador de la institución científica que festeja su primer siglo de vida

21 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El madrileño Antonio Calvo Roy, periodista especializado en ciencia, rescata en su ultimo libro la figura de Odón de Buen, fundador del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que cumple cien años, y artífice de la apertura del laboratorio vigués en 1917. La sede del Parque Nacional Illas Atlánticas albergó ayer la presentación de la biografía de un científico republicano, culto, liberal y adelantado a su tiempo que dejó un importante legado.

-Tan importante como desconocido, ¿no?

-Sí.Fue un científico brillante, profesor y divulgador que abarcó muchas facetas, pero lo más destacable de su personalidad fue la capacidad de poner en pie sus objetivos. Tenía muy claro que quería hacer un centro de investigación oceanográfica y a pesar de las dificultades lo logró. Era catedrático de Ciencias Naturales y pionero en muchas cosas. Por ejemplo, en desarrollo sostenible. El término no existía pero decía que había que enseñar a los pescadores a pescar. Cuando lo decía se refería a que pudieran seguir pescando al año siguiente.

-Y la oceanografía como tal ni existía...

-No existía como disciplina, sino que se hacían estudios de biología marina más genéricos. Ni él como investigador fue oceanógrafo. Sus hijos, que se habían formado en Francia, sí lo fueron, Formaron parte ya de esa generación que se formó gracias al marco que había generado.

-¿El laboratorio de Vigo fue el primero de los que inauguró?

-Fue de los primeros, pero no el primero. Él tenía muchísimo interés en tener un laboratorio en Vigo. Desde el principio lo tenía metido en la cabeza y lo logró tres años después de abrir en 1914 los de Palma, Málaga y Santander. La verdad es que al principio no funcionó bien pese a la importancia que tenía la pesca para la población viguesa. Él se quejaba de que el ayuntamiento no se preocupó lo que debería. Languideció, cerró, se volvió a recuperar en 1936 y en los años 40 volvió a florecer y a ocupar el lugar relevante que hoy ocupa en España.

-¿También estaba él detrás de aquella segunda etapa?

-No. En 1939 se exilió a México. La guerra le pilló en Mallorca. Estuvo un año en la cárcel y en 1937 le canjearon por una hermana de José Antonio Primo de Rivera y una hermana de Miguel Primo de Rivera. No fue testigo del resurgir del instituto pero pienso que ahora estaría muy contento al ver que es un centro de referencia internacional. Por otra parte estaría tronando como un loco contra los recortes en ciencia ya que pensaba que sin investigación un país se va al garete.

-¿Qué relación le unía con Alberto de Mónaco?

-Se hicieron muy buenos amigos. Odón de Buen era un republicano íntegro pero pragmático que se acercó a Alberto de Mónaco como hombre de ciencia e introductor de la oceanografía en Europa. La relación con el monarca le sirvió para presionar a Alfonso XII, que le ayudó en la creación del IEO. El laboratorio de Vigo se hizo en buena medida con material que donó el príncipe monegasco.

-¿Para qué público objetivo se planteó escribir este libro?

-No es para especialistas. Como periodista científico escribo para todo aquel que pueda tener una curiosidad. Tenemos en España, en general, la melancólica idea de que nunca ha habido ciencia y nos fustigamos mucho con eso. Pero lo que ha escaseado es la publicación de los trabajos de los investigadores.

-¿Por qué cree que el periodismo científico tiene cada vez más presencia en los medios?

-Porque la gente se da cuenta de que cada vez es más importante. Vivimos en una sociedad extraordinariamente tecnológica y en buena medida somos analfabetos científicos. Esa es una laguna problemática. Hoy hay cada vez más decisiones que se articulan en torno a debates científicos: aborto, células madre, cambio climático... Por eso es importante que la ciudadanía tenga algún conocimiento para no quedar ajena a temas tan relevantes para el futuro de todos. Ahora que con los medios digitales se puede saber cuáles son las noticias más leídas, las de ciencia están con frecuencia en esa lista.

antonio calvo periodista