Tres años de cárcel para el joven que vendió a su novia por 1.000 euros a un club de Vigo

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Los implicados, escoltados por la policía, en la vista por conformidad en la Audiencia en Vigo
Los implicados, escoltados por la policía, en la vista por conformidad en la Audiencia en Vigo E.V.PITA

Su madrastra también aceptó 3 años de prisión y la pareja de esta se conformó con dos años

14 may 2014 . Actualizado a las 20:09 h.

El rumano que vendió a su novia a un club de Vigo por mil euros ha aceptado hoy tres años de prisión, lo mismo que su madrastra, dueña del local que compró a la joven. La madrastra podrá sustituir la prisión de 3 años de prisión si paga 6.480 euros, por lo que no irá a la cárcel. Ya había pasado seis meses en prisión. El novio de la víctima lleva casi 15 meses en prisión, por lo que pronto habrá cumplido la mitad de la condena. Un tercer implicado, el socio y pareja de la madrastra se conformó con 2 años de cárcel pero no ingresará en A Lama por no carecer de antecedentes.

Los tres condenados deberán indemnizar a la víctima con 7.000 euros por daños morales. El novio ha sido multado con 360 euros y su madrastra con 540 euros. La vista por conformidad se ha celebrado esta mañana en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. La Fiscalía les benefició con la atenuante de reparación del daño porque entregaron a su víctima los 7.000 euros que la policía requisó en su casa durante un registro.

La Fiscalía pedía inicialmente penas que en conjunto sumaban 40 años de cárcel pero, tras el pacto, el castigo quedó reducido a un total de 8 años.

Los acusados son Daniel E., rumano de 28 años y novio de la víctima, Ionica B.R., rumana nacionalizada española de 65 años, dueña del pub y madrastra de Daniel, y Juan Valentín P.C., español de 74 años, socio del club y pareja de Ionica. La Fiscalía imputó a los tres acusados un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y un delito de prostitución coactiva con engaño y coacción, y a los dos últimos un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros.

Los hechos ocurrieron entre agosto y septiembre del 2012. Daniel se hizo novio de una vecina de 18 años de una familia humilde de Constanza, en Rumanía, y tras convivir con ella, la convenció para viajar en bus a Vigo para trabajar de limpiadora en el club Coqueto que regentaba su madrastra sin revelarle que su propósito era que trabajase de prostituta sin cobrar nada y todos los días de la semana doce horas al día.

Una vez en Vigo, su novio y la madrastra le exigieron a la víctima el pago de la deuda del viaje y le impidieron esas condiciones de esclavitud sexual en el club Coqueto, en la calle Cruz Verde, en el barrio d A Ferrería. Trabajó como prostituta y el dinero de lo daba a la madrastra y al novio, que la controlaba en un piso donde había otras compatriotas. Un mes después, el novio se marchó a Rumanía y vendió a su novia por mil euros a los dueños del club, que la controlaron, la llevaron a vivir a su domicilio para evitar que se fugase y continuaron con las condiciones draconianas. Ella les pidió marcharse y le dijeron que no podría irse hasta que pagase la deuda. Ella desconocía el español y estaba aislada.

La brigada de Extranjería descubrió a la víctima y la liberó. El novio fue arrestado unos meses después en Rumanía. Todos estuvieron en prisión provisional desde entonces.

La joven rescatada, de especial vulnerabilidad psicológica, sufrió como secuela un grave estrés postraumático.