«Soy demasiado amante de los animales». Ese ha sido el gran argumento del empresario José Carlos Fernández, responsable de la perrera ilegal de Gondomar en la que hoy han entrado agentes del Seprona para desalojar a los animales. El hombre fue detenido esta misma semana e imputado por un delito de maltrato animal tras conocerse que tenía más de quince canes en situación insalubre en las instalaciones de la vieja perrera municipal de Vincios.
El hombre aún está pendiente de juicio por otro escándalo destapado en el 2012 sobre la gestión de los animales muertos en las instalaciones, donde se descubrieron dos fosas llenas de restos.
El hombre aseguró que solo había una perra «que no está en buenas condiciones porque todos se ponen mal, son como las personas». En su defensa aseguró que los perros sobrepasan el peso habitual y que las instalaciones son absolutamente lega. «Tengo el núcelo zoológico pero por presiones me dicen que no estoy autorizado desde hace un año. Buscaron artimañas y ya se verá en el juzgado. Hace más de un año que esto solo me da gastos», alegó el empresario, Jose Carlos Fernández.
A la salida de las instalaciones, que hoy han sido desalojadas, no dudo en asegurar que las fosas que el Seprona investiga son legales y que la alimentación de los perros y su estado era el correcto. «Les traigo tres veces por semana 70 kilos de carne de pollo y carne de la carnicería que me regala y yo la traigo», aseguró el gerente de Canidos Val Miñor.
Sobre la aparición de un cadáver en profundo estado de descomposición aseguró que creí que se lo habían robado y ni siquiera sabía de él. «Me vi obligado a seguir manteniendo los perros porque no vienen los que dijeron que no podía tenerlos. Me considero demasiado amante de los animales y no es mi estilo maltratarlos, todo lo contrario. Hoy en mi casa será un día de felicidad, muy malo por todo esto, pero será un alivio quedar sin perros y todo el mundo quedará contento», apuntó José Carlos Fernández.