La Fiscalía archiva la denuncia de la alcaldesa de Mos a un vecino

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera MOS / LA VOZ

VIGO

La Justicia no ve delito en llamarla «corrupta» en una charla de bar

05 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Fiscalía ha archivado una denuncia presentada por la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, contra un vecino, militante del Partido Popular, que la llamó «corrupta» y «golfa» en una cafetería de Sanguiñeda. Presuntamente esta persona también había declarado en el local que si la alcaldesa le daba cien mil euros «se olvidaría de ella» y destruiría toda la información que tiene sobre le regidora.

Uno de los testigos aseguró al ministerio público que había escuchado en el citado establecimiento que «Nidia Arévalo era una golfa y una corrupta» porque «había falsificado muchos documentos para dar licencia al Aki de Mos». También había oído que «Nidia María había hecho personalmente obras en su vivienda a costa del Ayuntamiento».

La regidora había denunciado a Enrique González ante la Guardia Civil manifestando que «le han llegado ciertas informaciones de terceras personas» que le indicaban que González había hecho diversas manifestaciones de este tenor: «la alcaldesa es una corrupta», «utiliza a los funcionarios municipales para trabajos en su vivienda» «los padres de la alcaldesa deben dinero a la gente». En su denuncia también acusó a este afiliado al PP haber manifestado que: «si le da cien mil euros todos los datos que tiene sobre ella los destruye y se olvida». Así figura en la denuncia interpuesta ante al Guardia Civil.

Nidia Arévalo aseguró ante las fuerzas de seguridad que todas las acusaciones vertidas por Enrique González habían sido oídas por cinco personas. La Guardia Civil las citó a declarar. Una de ellas aseguró que en realidad él no escuchó tales afirmaciones de boca de González sino que la información la recibió de una tercera persona de la que no quiere dar datos». Otro de los testigos sí corroboró los descalificativos a la alcaldesa.

Sin embargo como todos estos comentarios tuvieron lugar en una cafetería y entre personas conocidas, la Fiscalía señala que: «No parece que la información se hubiera transmitido de forma pública y notoria sino que la misma tiene origen en simples conversaciones de carácter privado en un círculo de amistades o conocidos más o menos amplio».

El Ministerio Público añade que «al margen de la notoriedad o no de tales manifestaciones, lo cierto es que las mismas no resultan constitutivas de ilícito penal alguno».

La Fiscalía entiende que en ámbitos privados se pueden realizar comentarios sobre los políticos pues «tales manifestaciones entran dentro de la libertad de expresión», que está recogida en el artículo 20 de la Constitución y por tanto constituye uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Libertad de expresión

En el caso de que las afirmaciones entren en conflicto con el derecho al honor , como es este caso, «no resulta suficiente el tradicional animus injurandi», ya que «en supuestos como este quienes desempeñen funciones públicas soportan un cierto riesgo de que sus derechos subjetivos de personalidad resulten afectados por opiniones o informaciones de interés general pues así lo requieren el pluralismo político, la tolerancia y el espíritu de apertura sin los cuales no existe una sociedad democrática», asegura la Fiscalía para solicitar el archivo de la causa que se instruye por calumnias en el juzgado número 1 de O Porriño.