El BBVA ya abrió conversaciones con los inversores de Karpin

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO

La negociación es en A Coruña con promotores extranjeros y sin plazos

22 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El banco BBVA ha iniciado la ronda de conversaciones con los inversores que ha aportado el excéltico Valery Karpin para salvar el proyecto de 350 pisos de lujo en el Barrio do Cura. El BBVA prestó a la sociedad Valery Karpin y Asociados Inmobiliarios cerca de 25 millones para comprar la mitad de los terrenos, incluido el asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, mientras que el Banco Santander financió la otra mitad de la operación, que incluyó 19 fincas y casas por valor de 16,3 millones. Ambos bancos han suspendido todas las subastas por impago de la hipoteca para abrir la ronda negociadora una vez que el pleno del Concello y la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta dieron luz verde al proyecto.

Las negociaciones se celebran en la sede del BBVA en A Coruña. El capital procede de promotores extranjeros, cuya nacionalidad no ha trascendido, que son proclives a cubrir los 40 millones que costó la compra de los terrenos del Barrio do Cura. A mayores, los bancos tendrían que inyectar más capital para financiar la construcción de los inmuebles, que incluye un túnel subterráneo entre Torrecedeira y el Paseo de Alfonso XII.

Las negociaciones entre el acreedor y los inversores están abiertas por tiempo indefinido y el banco ha eliminado su exigencia de llegar a un acuerdo en 60 días de plazo que impuso el pasado enero como condición para frenar todas las subastas contra las propiedades de Karpin y sus socios por impago de las cuotas de la hipoteca. Las partes se proponen llegar a un acuerdo sin marcarse plazo ni presiones de tiempo, según fuentes financieras.

Esas fuentes explican que en la negociación ya no entra directamente el exentrenador del Spartak de Moscú sino que los inversores extranjeros asumen el timón porque son los que tienen capacidad financiera. En la práctica, Karpin y sus socios, José Francisco Crespo y Míchel Salgado, se convierten en espectadores. Estos no han podido responder a las cuotas de las hipotecas de su sociedad y han visto como los juzgados embargaron o sacaron a subasta sus bienes, incluido el chalé de Karpin en Canido.

Aunque Karpin tiene visos de sacar a flote su proyecto más ambicioso en Vigo, el estonio-ruso ha perdido varios buques emblemáticos a lo largo de la crisis como el colegio Cluny, en manos de la Sareb, y la liquidación de su sociedad Valery Karpin S.L. (ahora Destino Brasil Inversiones), que supuso la venta de su sede, en Areal.