El destino de estos fondos es variado, y lo mismo sirven para pagar recibos de la luz que para alimentos o resuelven una situación de urgencia haciéndose cargo del alquiler. Las asistentes sociales están muy demandadas y su actividad es constante, pero el departamento de Benestar Social mantiene el sistema de petición previa de cita para poder lograr una entrevista. La lista de espera es larga, y lo normal es que tarden un mes o más. Es lo que le ocurrió recientemente a Patricia Fernández, a la que se la dieron después de la fecha de corte de luz.
Pero el Concello decidió ahorrar en esa partida y, de hecho, en conjunto acabó el 2012 con un superávit de 6,8 millones de euros. Para este año 2013, presupuestó de nuevo 445.000 euros para las ayudas de emergencia social, cuya gestión ha provocado numerosas quejas de los usuarios y de la Oficina de Dereitos Sociais de Coia. De hecho, el domingo en ese barrio se manifestaron para exigir, entre otras cosas, un mejor reparto de las ayudas.