Guardapescas de Baiona se contradicen en el juicio a un pescador por amenazas

a.martínez VIGO / LA VOZ

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Un vigilante dice que no vio lo que motivó la denuncia

19 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Un nuevo conflicto con guardapescas de Baiona por medio ha terminado en los juzgados. El jefe de los vigilantes de la cofradía La Anunciada, Xosé Lourenzo, denunció por amenazas a un pescador deportivo y otro de los vigilantes que estuvieron el día del incidente negó su versión. Este segundo vigilante acudió como testigo del pescador denunciado y durante su declaración afirmó incluso a preguntas de la abogada del acusado que le constaba que al vigilante que presentó al denuncia tenía «algunas sanciones de la Xunta por furtivismo».

El juicio de faltas por presuntas amenazas se celebró ayer en el juzgado de instrucción número 2 de Vigo. La Fiscalía no pidió acusación para el pescador denunciado por el vigilante Xosé Lourenzo. La representante del Ministerio Público abandonó la sala mientras se llevó a cabo la vista.

Los hechos sucedieron el pasado 15 de julio. Según la versión del jefe de los guardapescas, observaron a Andrés Rodríguez haciendo pesca submarina y fueron a inspeccionar si había recogido percebe después de llamar a la Guardia Civil. Xosé Lourenzo manifestó que cuando se acercaron a él, el pescador empuñó su fusil. «Ni te me acerques, que te mato», manifestó que le dijo el pescador deportivo. Su versión de los hechos fue corroborada por otro de los vigilantes que participaron en aquella intervención.

Sin embargo, un tercer vigilante que ya no forma parte de la Cofradía, manifestó no haber escuchado ningún tipo de amenaza, a pesar de encontrarse cerca del lugar donde se produjo el incidente.

«El que está amenazado por este señor soy yo, ya van dos o tres veces que se presenta en mi domicilio», manifestó el pescador deportivo denunciado, Andrés Rodríguez, a quien en aquella ocasión no encontraron pesca ilegal, pese a que Xosé Lourenzo manifestó en el juicio que ya lo conocía «por haberle pillado 20 o 30 veces».

El denunciado manifestó que la denuncia fue una invención del vigilante y que dos días después le quiso culpar por una partida de percebe que no era suya.