Rescatados siete tripulantes de un pesquero hundido en Portugal

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

VIGO

El «Bonito Dos» se encontraba faenando cerca y pudo salvar a los tripulantes del «Francés», con base en Vigo

01 nov 2013 . Actualizado a las 01:33 h.

El palangrero Francés, con base en Vigo, se hundió en la mañana de ayer en aguas del Atlántico frente a la costa portuguesa, a unas 272 millas de la localidad de Peniche, tras sufrir una vía de agua. Sus siete tripulantes, dos africanos, dos indonesios y tres gallegos, que consiguieron saltar a las balsas salvavidas, fueron rescatados poco después por el Bonito Dos, otro pesquero que se encontraba faenando en la zona.

Tras realizar el rescate, el Bonito Dos regresó a la zona en la que se encontraba faenando para recoger los palangres. «No iba a dejarlos allí y arriesgarse a perderlos», explicó un portavoz de la Cooperativa de Armadores de Vigo, a la que pertenece el buque siniestrado. Una vez terminada dicha tarea estaba previsto que pusiera rumbo a Vigo, donde, en función de las condiciones del mar, llegará entre mañana y el domingo.

El Centro Nacional de Coordinación de Salvamento recibió la alerta de la radiobaliza del Francés por la mañana. Inmediatamente, se puso en contacto con el armador del palangrero, José Rial, que reside en Gondomar, al que notificó que la tripulación se encontraba bien y que el Bonito Dos se dirigía a la zona del naufragio.

Avión y helicóptero

A continuación comunicó el siniestro al Centro de Salvamento de Lisboa, que asumió la coordinación, al tratarse de una emergencia de su zona de responsabilidad. Lisboa envió al lugar un avión y un helicóptero de rescate, aunque finalmente no fue necesaria su intervención ya que a las 11.30 horas los siete tripulantes del buque siniestrado ya habían sido rescatados de las balsas.

Desde el instante en que recibieron la noticia, todo fueron nervios y lágrimas en casa de los Rial. María Dolores Pereira, la mujer del armador, reunió a la familia. «Quiero que estemos todos juntos», señaló. Un hijo y un yerno del armador forman parte de la tripulación.

El Francés es un buque relativamente nuevo, ya que apenas tiene 10 años. De 19 metros de eslora y construido en fibra, es el primero del armador, un hombre con muchos trienios de mar a sus espaldas, que siempre había trabajado para otros y que hace una década decidió crear empresa propia, Pesquera Peroleira. Su mujer explicaba que se han ido a pique los ahorros de toda su vida.

El Francés había partido del puerto de Vigo hacía una semana. Dedicado a la pesca del pez espada igual que el Bonito Dos, su rescatador, suele realizar mareas de entre dos y tres semanas. El propietario del barco desconocía ayer los motivos que originaron la vía de agua. Su mayor preocupación era ponerse en contacto con las familias de todos los tripulantes y confirmarles que todos estaban bien.

El caladero de los palangreros que faenan al fresco en el Atlántico Norte se extiende prácticamente desde Canarias a Galicia. Las mejores zonas de pesca las conocen todos, lo que hace que habitualmente no se encuentren muy lejos los unos de los otros. Así el rescate de los siete náufragos pudo realizarse en poco tiempo, ya que el Bonito Dos estaba cerca.