Diez años de cárcel para el cliente que cortó el cuello a una prostituta de A Ferrería

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO

La Audiencia lo condena por intento de asesinato porque agarró a la mujer de espaldas y la acuchilló con un cúter

23 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, condenó a 10 años de cárcel a un cliente por el intento de asesinato con un cúter de una prostituta del barrio de la Ferrería. El implicado, un vecino de Cangas, deberá pagar 8.000 euros a la víctima por las secuelas y estar diez años alejado de ella.

Los hechos se remontan a la tarde del 25 de octubre del 2012, cuando José Carlos M.A., un estibador portuario de 51 años, requirió los servicios sexuales de una prostituta de 63 años, a la que conocía. Ambos se fueron a la habitación que usaba ella en el Apollo Night Club, en la calle Cruz Verde. Al terminar el servicio, y cuando la mujer se vestía, el hombre la sorprendió por la espalda y le pasó un cúter por la garganta dos veces.

El tribunal prácticamente se alineó con la posición de la Fiscalía de que los hechos son asesinato en grado de tentativa porque el implicado se aproximó a su víctima, la agarró de un brazo por la espalda y, «con ánimo de causarle la muerte», le cortó cuatro veces en la cara anterior del cuello con la hoja de un cúter. Los forenses aseguraron que la víctima no tuvo tiempo de defenderse. Fue un ataque sorpresivo y con alevosía, uno de los requisitos para que el homicidio pase a ser asesinato. Cuando la mujer ensangrentada, quiso escapar, la agarró nuevamente para intentar rematarla pero, ante los gritos de ella, acabó por huir del club.

La Audiencia le concede la atenuante de confesión porque, tras el ataque, el agresor se presentó en la cercana jefatura de la Policía Local de Vigo, se entregó y confesó que le había cortado el cuello a una mujer en la Ferrería. Nadie tenía noticia de tal delito, por lo que es una confesión plena, lo que le valió una reducción de la pena.

La víctima se zafó y pudo encerrarse en otra habitación. Sobrevivió al ataque que le causó dos cortes de 5 y 3 centímetros y otros dos de 10 y 12 centímetros, todos ellos cerca de zonas vitales del cuello. Pasó 15 días de curas, por lo que el condenado deberá pagar 900 euros. Tuvo suerte de ser una persona con un cuello grueso, por lo que el daño fue superficial aunque perdió bastante sangre.

Como le quedaron de secuelas varias cicatrices en el cuello y el hombro, el tribunal eleva hasta los 8.000 euros la indemnización, mil más de lo que pedía la acusación.

Alegaciones

En el juicio, celebrado los días 8 y 9, José Carlos M.A. alegó en su defensa que pasó por el club por casualidad. Tras subir unos minutos a la habitación invitado por la mujer y sin tener sexo, se iba a marchar cuando vio que la prostituta intentaba robarle 100 euros de un bolsillo de su chaqueta. Forcejeó con ella y tomó un cúter que solo tenía una hoja del tamaño de una punta de alfiler y que había visto en el lavabo. La mujer se habría herido mientras forcejeaban ambos.

Sin embargo, el relato de la mujer desmintió su versión. Ella declaró detrás de un biombo y explicó cómo tras pasar 20 minutos en la habitación desnudos y sin hacer nada, ella dijo al cliente que había acabado su tiempo y que si quería estar más tiempo tendría que pagar. Sorpresivamente, cuando ella se vestía, la atacó por detrás con un cúter que nadie en el club había visto antes.

Los forenses concluyeron que las heridas eran compatibles con un ataque por la espalda y el tribunal condenó al acusado.

«Vengo a entregarme», dijo el condenado en la jefatura de la Policía Local