La abogada reduce a lesiones el intento de asesinato de una prostituta en Vigo

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El acusado, cubierto con capucha, en la primera sesión del juicio de la Audiencia en Vigo
El acusado, cubierto con capucha, en la primera sesión del juicio de la Audiencia en Vigo E.V.PITA

El fiscal cree que el cliente atacó a la víctima porque sintió atacada su virilidad porque ella se vistió tras pasar 25 minutos sin hacer el acto sexual

09 oct 2013 . Actualizado a las 15:22 h.

La abogada de José Carlos M.A. redujo a un delito de lesiones el intento de asesinato de una prostituta en un club de Vigo el 25 de octubre del 2012. En la segunda jornada del juicio en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, en Vigo, la defensa fue la única parte que modificó sus conclusiones para admitir que hubo un delito de lesiones cuando el cliente cortó el cuello con un cúter a una prostituta con la que había contratado un servicio. Los forenses dicen que la herida no afectó a zonas vitales pero podía haber sido mortal.

La fiscalía mantiene la acusación de intento de asesinato porque «su intención era matarla» porque aunque el cúter solo tuviese una hoja de medio centímetro porque es un instrumento afilado y muy peligroso y cuyo daño depende de la presión que se haga y comparó el arma con un bisturí.

La teoría de la Fiscalía es que, dado que los forenses dicen que el acusado es un hombre normal y sin antecedentes, el único móvil que se le ocurre es que la mujer cuestionase su virilidad al obligarle a pagar más dinero porque pasados 25 minutos había terminado el servicio y no habían hecho nada. Según el fiscal, todo apunta a que el cliente se enfadó y le sentó mal que la prostituta, de 63 años, se vistiese sin terminar el acto sexual. Dice que el ataque fue tan sorpresivo por detrás que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse. «Nunca quiso reconocer por qué lo había hecho porque es una cuestión de virilidad, no veo otro motivo para un ataque tan sorpresivo», dijo el fiscal.

Tres cortes

En la segunda jornada, los forenses ven que la víctima tenía tres cortes que eran compatibles con un ataque por detrás y que no presentaba heridas de defensa en las manos porque no vio al agresor. Otro indicio es que el implicado no tenía manchas de sangre de la mujer, salvo una gota en el zapato.

La defensa insiste en que los cortes no fueron mortales y el instrumento era poco idóneo por lo que el implicado no tenía intención de matar.

El juicio quedará visto para sentencia al final de la mañana. La Fiscalía pide 10 años de cárcel por intento de asesinato y casi 8.000 euros en indemnizaciones mientras que la acusación particular eleva su petición a 12 años y medio y casi 20.000 euros por curación, secuelas y daños morales.