Los vecinos que juegan a las cartas en Coia se amparan del sol con gorras ante el incumplimiento del Concello de colocar lonas tras cortar los árboles
20 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Ni en Las Vegas el juego está tan caldeado como en el barrio de Coia. La falta de árboles bajo los que cobijarse para jugar la partida ha sido sustituida por gorras de todos los modelos y colores.
Mejor eso que coger una insolación, aseguran los asiduos participantes en las timbas. Lo extraño, dicen, es que el rey de copas no se haya deshidratado con la que está cayendo este verano, comentan haciendo gala de un gran sentido del humor.
La tala de árboles en la mayor parte del paseo de la avenida de Castelao dejó desprotegidas las primeras mesas, las más concurridas no solo por los jugadores, sino por el elevado número de espectadores que las rodean.
El pasado 31 de mayo, con motivo de una visita a la zona, el alcalde les había prometido que colocaría lonas para paliar la falta de arbolado en tanto no se plantaban las nuevas especies. Desde entonces han caído rayos y centellas, tal como relatan los vecinos y como demuestran sus rostros curtidos tras muchas mañanas pintando bastos.
A punto de terminar el verano, las lonas, bajo las que se las prometían felices, aún no han aparecido y las partidas se siguen celebrando bajo un sol de justicia. Temen que de seguir así les pille desprevenidos el sol del membrillo y aseguran que las autoridades aún están a tiempo de poner los toldos. Así, si llueve, también les pueden servir de refugio.
Mientras que los más avezados hacen un esfuerzo y madrugan para pillar mesa con un resquicio de sombra, otros prefieren pasar por la sesión de rayos uva, como ellos mismos denominan a cada jornada calurosa.
La llamada plaza del Emigrante, situada al inicio de la avenida de Castelao, entre los barrios de As Travesas y Coia, es una de las zonas más concurridas de la ciudad durante todo el día. Las partidas de cartas no son más que una disculpa para reencontrarse con los amigos, muchos de ellos ya jubilados y otros tocados por el desempleo. Aunque las más habituales son las de tute, de vez en cuando cae una de brisca o de escoba.
En el mismo paseo se practican otros juegos como la petanca o los bolos y se pasea a pie o en bicicleta.