«Ahora sí que puedo decir que tengo amigos de todas las edades»

La Voz

VIGO

09 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

el trabajo de los cuidadores de barrio es tan útil para el vecindario como gratificante para quienes cada día se enfundan la camiseta naranja que los identifica. Juan Rodríguez Puga ha encontrado así dos amigas que le acompañan cada día a dar un paseo por el Calvario. «Ahora sí que puedo decir que tengo amigos de todas las edades», bromea Adler Pacheco, la cuidadora que todos los días lo encuentra por la calle. Juan Rodríguez es el vecino más longevo de la zona. A sus 101 años de edad no renuncia ningún día a salir a la calle para pasear. Allí se encuentra siempre con las trabajadoras de Érguete, que siempre están encantadas de compartir con él unos minutos de su tiempo. Jubilado hace ya 36 años, fue un barbero muy conocido en la ciudad, donde comenzó a trabajar al finalizar la Guerra Civil. «Mi secreto para vivir tanto es que como muy bien», afirma. Su desayuno llama la atención. Mastica dos dientes de ajo crudos, tres nueces, una barrita de cereales, fruta y pan, mientras que se abstiene siempre de beber leche. Reconoce que haber tenido una vida muy intensa también ha sido clave para su longevidad. Luchó en la Guerra Civil y más de una vez vio la muerte de cerca. En Teruel quedó enterrado en una zanja por un cañonazo que cayó a su lado. Tuvieron que rescatarlo cavando con un pico y una pala para quitarle toda la tierra que tenía encima. En el año 37 le pegaron un tiro que atravesó el omóplato, mientras que otro le rozó la nariz. Su vida es ahora más tranquila rodeado de su familia y con la amistad de los cuidadores de barrio.