¿Por qué se hunde Peinador?

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

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La fuga de usuarios de Peinador hacia Santiago y Oporto aún no ha cesado.
La fuga de usuarios de Peinador hacia Santiago y Oporto aún no ha cesado. gustavo rivas< / span>

El desplome del eje Vigo-Madrid, la crisis y la falta de rutas pasan factura

10 ago 2013 . Actualizado a las 15:39 h.

Con suerte, Peinador cerrará este año con la mitad de viajeros que embarcaron o llegaron a su pista hace tan solo seis años. La terminal que llevaba camino de alcanzar el volumen de tráficos de Santiago, se ha ido hundiendo mes a mes durante los últimos años hasta situarse con claridad como el último aeropuerto de Galicia y sin la mínima capacidad para retener a una gran parte de sus usuarios que han adoptado por el aeropuerto de Oporto como su base aérea de cabecera.

¿Por qué bajan tanto sus tráficos?

No es una cuestión medible, pero el efecto de la crisis en la ciudad, el crecimiento del desempleo y el retraimiento en el gasto de las empresas se nota más en Vigo que en las áreas de influencia de las otras dos terminales gallegas. Los altos precios de los vuelos desde Vigo, en comparación con los que las compañías de bajo coste ofrecen desde Oporto y Santiago, se convierten en el segundo lastre para Peinador. Los pésimos horarios que ofrecen las conexiones con Madrid y Barcelona añaden otro obstáculo de gran peso.

¿Ha perdido su identidad?

Claramente, además. La mitad de los usuarios de la terminal viguesa tenían una motivación de negocios para realizar sus viajes, porcentaje que ni de lejos se alcanza en las otras dos terminales gallegas. El cóctel que merma usuarios en Peinador se ha llevado en lo que va de año y respecto a los siete primeros meses del 2012 un total de 43.849 pasajeros en esa relación, y además, otros 15.302 en la de Barcelona, lastrada todavía por la desaparición el pasado ejercicio de Spanair, aerolínea que movía al año en Vigo más de 120.000 viajeros. Con la columna vertebral del Peinador-Barajas tocada y el escaso éxito en su prolongación en el tiempo de las nuevas rutas veraniegas, la terminal viguesa no encuentra su nicho de mercado.

¿Es correcta su promoción y búsqueda de nuevos destinos?

Vigo fue una de las ciudades pioneras de España en contar con un organismo que tenía como uno de sus principales cometidos vender las excelencias de la ciudad y su aeropuerto en los foros internacionales en los que se negocian gran parte de las rutas aéreas. La Fundación Provigo asumió en representación de Concello, Caixanova, empresarios, sindicatos y otros organismos de la ciudad la captación de nuevos destinos y compañías, como de manera excepcional ha conseguido hacer Bilbao Air en el aeropuerto de Loiu. Desde el 2008 Provigo ha olvidado ese objetivo y ha ido desapareciendo prácticamente de la vida de la ciudad sin que ninguna otra institución asumiese la promoción de Peinador.

¿Ha sido acertada la política de subvenciones a las aerolíneas?

La ruta de Londres movió el año pasado 18.000 pasajeros. Otros 17.700 viajaron entre ambos destinos un año antes, ejercicio en el que otras 6.800 personas utilizaron la también subvencionada ruta a Bruselas, que un año antes había movido otros 18.000, al igual que en ese 2009 fueron 10.700 los que viajaron entre Vigo y la capital británica. Es decir, cantidades importantes para un aeropuerto medio pero incapaces de mitigar caídas en sus tráficos tradicionales y que por tanto llevan a sopesar algo más el destino de dichas ayudas económicas.

¿Por qué han dejado de pagarse las ayudas?

En el caso del Ayuntamiento, porque su gobierno no ha sido capaz de convencer a la oposición, en este mandato mayoritaria, para volver a costear parte de los vuelos como el de Londres o incentivar la llegada de nuevas compañías, como es el caso de Volotea, que este verano abandonó Vigo tras haberse estrenado el año pasado con una ruta con Ibiza y Sevilla. A la falta de capacidad del gobierno local para imponer su criterio de pagar parte de los pasajes que operan en Peinador se une la decisión de la Xunta de cortar la política de subvenciones en Vigo y A Coruña, mientras aún continúa pagando, en principio, hasta finales de este año las mismas ayudas encubiertas a la firma irlandesa Ryanair en Santiago.

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