Cardama bota uno de los buques que contrató Angola

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

El «Chiloango» es uno de los tres barcos encargados por Angola.
El «Chiloango» es uno de los tres barcos encargados por Angola.

El astillero tiene carga de trabajo garantizada hasta finales del próximo año

11 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Sin acto oficial, como suele realizar este tipo de operaciones la empresa, Cardama botó ayer el Chiloango, segundo de los tres buques multipropósito contratados hace tres años -agosto del 2010- por Instituto Marítimo Portuario de Angola, organismo dependiente del Ministerio de Transportes del país africano.

Se trata de una embarcación de 44 metros de eslora que, al igual que su gemela, el Kwanza, entregado el pasado 24 de junio, está concebida para usos múltiples, sobre todo como remolcador, pero también puede destinarse a salvamento marítimo, lucha contra la contaminación, vigilancia aduanera..., en definitiva para las necesidades que en cada momento se le presenten al propietario.

Puede albergar una tripulación de doce personas y dispone de las más avanzada tecnología para este tipo de embarcaciones. El coste total del constrato suscrito con Algola fue de 42 millones de euros, lo que representa 14 millones de euros por unidad. El bautismo de mar de la tercera y última de la serie está pevisto que se realice en el plazo de un mes. Fiel a su particular liturgia, la madrina de la embarcación fue una de las trabajadoras de la empresa que, ejercen siguiendo un orden de lista.

Carga de trabajo

Cardama es uno de los contados astilleros de la ría de Vigo que tiene garantizada carga de trabajo hasta finales del 2014. El pasado mes de marzo se adjudicó un concurso para construir un ferri para Cabo Verde, cuyo inicio sigue sin fecha. «Los plazos del naval son muy lentos comparados con los de cualquier otro sector», señalaba recientemente el director del astillero, Mario Cardama.

La construcción del ferri, cuyo destino final será el transporte regular entre las distintas islas del archipiélago caboverdiano, garantizará carga de trabajo para al menos dos centenares de personas durante año y medio. Tendrá una eslora de 70 metros y el coste estimado ronda los 15 millones de euros.