La protagonista de «El lápiz del carpintero» cumple 100 años y se estrena como escritora

Monica Torres
Mónica Torres TUI / LA VOZ

VIGO

La pareja, en una imagen tomada en el año 1948
La pareja, en una imagen tomada en el año 1948

Choncha, protagonista del afamado libro de Manuel Rivas, recuerda emocionada su vida en Tui

02 may 2013 . Actualizado a las 19:22 h.

«¿Cómo dice? ¿Que me llama usted desde Galicia? Caramba, me hace sentir una persona muy importante». La mujer que habla es Ascensión Concheiro García, y lo hace desde México. Su natural entusiasmo y humildad callan al interlocutor. Es Chonchiña, la mujer que enamoró al doctor Francisco Comesaña. El romance de la pareja inspiró O Lapis do carpinteiro, la obra más traducida de la literatura gallega y la más vendida, escrita por Manuel Rivas.

El autor narró la historia del encarcelado por militar en las Juventudes Socialistas que fue condenado a una muerte que se conmutó por cadena perpetua. Choncha siguió a su novio por cárceles de toda España. Con él se casó por poderes y, tras siete años preso, consiguieron cambiar esa privación de libertad por el exilio en Cuba y México, durante 32 años.

«Regresaron a Tui, a la casa de los padres de Paco, en 1975 y allí vivieron en su barrio de San Bartolomé». Así continuaba ayer su hija María de los Ángeles la historia de amor por la vida que sigue escribiendo esta mujer.

Choncha ha cumplido cien años con una salud de oro, porque ella mide su situación por los amigos. Y nada menos que noventa, varios de ellos llegados desde Tui y algunos de los refugiados políticos que aún viven, la acompañaban en su casa.

Dejó todo lo que estaba haciendo por hablar para sus amigos gallegos. «Es que son el mayor regalo. En Tui tengo muy buenos amigos, que son el mejor tesoro que se puede tener», afirmó. Reitera su incredulidad por que se la recuerde en la ciudad en que reposan los cuerpos de los dos hombres de su vida: el de su marido y el del gran violinista e hijo Francisco Comesaña, que antes de irse para siempre, en el 2011, le regaló a su madre un cuaderno.

No sabía él, o quizás sí, que lo que le había dejado a su madre era otro espacio en el que poder agarrar la vida. Choncha llenó durante los últimos años en Tui ese cuaderno que ahora se ha editado para regalo de toda la familia. «Es el testimonio de la valentía y la ternura que hacen falta para vivir cien años; haberlo escrito la ha hecho inmortal», señala su hija.

«Quiero mucho a los tudenses, dale muchas gracias a todos por favor», pide Ascensión, mientras suelta de carrerilla más de una treintena de nombres propios que no cabrían en el papel. «Siempre fui allí tan feliz y me acogieron tan bien... Yo creo que, aunque tenga tantos años, voy a poder volver», dice muy emocionada.