La Guardia Civil intensifica el control sobre los «cazatesoros»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

El grupo de Patrimonio Histórico establece una vigilancia especial sobre empresas especializadas en rescates cuando se acercan a la costa

28 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El anhelado pecio del Santo Cristo de Maracaibo está algo más seguro de un posible expolio tras la intensificación del control a las empresas cazatesoros de todo el mundo por parte de la Guardia Civil. La Dirección General del instituto armado ha cursado recientemente una orden para incrementar la seguridad sobre todos los bienes culturales, tanto terrestres como marítimos. «Trabajamos sobre las empresas cazatesoros que hay en el mundo; cuando se acercan a nuestras costas, especialmente a Andalucía y Galicia, nos ponemos detrás de ellas para evitar el expolio en los yacimientos subacuáticos», afirma Jesús Gálvez, comandante del Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.

Para desarrollar correctamente esta misión, la benemérita ha solicitado a la Xunta de Galicia un listado con todos los bienes culturales existentes en la comunidad y el grado de seguridad que presenta cada uno de ellos con la finalidad de poder vigilarlos adecuadamente. El caso de los yacimientos subacuático, como los existentes en la ría de Vigo, requiere unos cuidados especiales debido a que pueden ser objeto de expolio por empresas muy especializadas. «Hemos avanzado mucho en mantener localizados a los buques que están navegando por todo el mundo con esa finalidad», explica el comandante Gálvez. «Si no hemos podido detectarlos antes, luego, a través de la investigación, tratamos de recuperar lo expoliado, como ocurrió con el caso de Nuestra Señora de las Mercedes y la empresa Odyssey Explorer», añade el mando de la Guardia Civil. Para esta misión, el cuerpo de seguridad aprovecha todos los recursos disponibles, incluso el radar instalado en las islas Cíes.

El comandante de la Guardia Civil también hace referencia a otra tipología criminal diferente a la protagonizada por las empresas cazatesoros. «También están los buceadores que conocen pecios a menor profundidad y algunos, no todos, efectúan expolios de distinta consideración», añade Jesús Gálvez.

«Durante este último año, nos hemos dedicado a valorar el grado de vulnerabilidad de los yacimientos para ver los problemas que plantean, lo que nos permitirá emplear todos los medios de que disponemos», señala Jesús Gálvez.

«Una vez que hemos valorado el grado de seguridad de los yacimientos podemos encargar la visita periódica a la zona a las patrullas de seguridad ciudadana u otros servicios más especializados, como el Seprona, el Geas o el servicio marítimo», concluye el comandante.

El ancla de la ría

La página web de la Guardia Civil exhibe, en un catálogo de objetos artísticos recuperados y no identificados, el ancla de un galeón hallada fortuitamente por un barco pesquero en la ría de Vigo en el año 2007. En la ficha se indica que el artefacto férreo fue encontrado el 27 de julio del 2007 y que pertenece a un galeón de los siglos XVI-XVII. «Cuando fue localizada, algunas unidad de la Guardia Civil habrá hecho gestiones sin encontrar el lugar del expolio y seguramente tienen indicios para pensar que proceda de un delito», afirma Jesús Gálvez. Tras este paso es la unidad técnica de la policía judicial, la unidad de análisis, la que se encarga de colgar este objeto en la página web de la Guardia Civil para pedir la colaboración ciudadana con la intención de tratar de localizar el origen del bien. «Sí colabora la gente», dice Jesús Gálvez, que recuerda que recientemente fue recuperado un tapiz del siglo XVI por la colaboración ciudadana. El ancla del barco fue estudiada en primera instancia por el arqueólogo Javier Luaces y ahora está en el Museo do Mar de Galicia.