La promotora dice que no hay fumata blanca, aunque se dan «pasos positivos»
16 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Tras la suspensión de la subasta de 19 casas y fincas del Barrio do Cura por parte del Banco Santander, la promotora Karpin confirmó ayer que «aunque no hay fumata blanca, se están dando pasitos positivos» para sacar adelante el proyecto del Barrio do Cura. Asegura que todas las partes implicadas (promotora, Concello y bancos) están haciendo en este momento todo lo que pueden porque «hay voluntad de sacar adelante la actuación».
En este momento extremadamente delicado los promotores prefieren ser cautos para evitar complicaciones o malos entendidos por alguna de las partes. Eluden los detalles de las negociaciones, pero admiten que en general «todo discurre de forma adecuada y positiva», lo que hace que estén confiados.
Sobre la financiación, mantienen que, además de los recursos propios, tratan de cerrar la aportación extranjera, aunque no explican el tipo de acuerdo al que han llegado con el Banco Santander para la suspensión de la puja. Esta tendría que celebrarse, como muy tarde, el día 21 con un precio de salida de 16,3 millones.
La aprobación del plan especial de reforma interior (Peri) por parte del Concello es imprescindible para sacar adelante el proyecto. En este sentido, fuentes de la promotora comentan que se están celebrando reuniones frecuentes para avanzar y esperan «que salga lo mejor posible».
En principio, la paralización de la subasta de inmuebles y fincas es valorada como una buena señal por la promotora de Karpin, que se ha tenido que enfrentar a todo tipo de adversidades desde que comenzó los trámites en el 2003 con la compra del asilo de Pi y Margall.
Diferencias con el Concello por algunos detalles de la actuación han ido posponiendo la aprobación del Peri. A esto se vino a sumar la llegada de la crisis, que pilló de lleno, tanto a este proyecto como a otras iniciativas sin ánimo de lucro previstas por Karpin en el Casco Vello vigués.
El diseño del Barrio do Cura, encargado al arquitecto Alfonso Penelas, contemplaba en un principio la construcción de un paso subterráneo desde la calle Torrecedeira hasta el paseo de Alfonso XII, descartado posteriormente.
El derribo del asilo de Pi y Margall tampoco se ha llevado a cabo, tras posponerse en varias ocasiones. Todo apunta a que el Concello prefiere mantener el inmueble, pese al evidente deterioro, a contar con un solar abandonado en pleno centro de la ciudad, de ahí que no autorice la demolición hasta que todo esté bien atado. En este caso la compra supuso 8,5 millones de euros y estuvo financiado por el BBVA, según rezaba en un cartel colocado en el frente de la fachada. El proyecto prevé la rehabilitación de 23.000 metros cuadrados y la construcción de 300 o 400 pisos en una de las mejores zonas de la ciudad.