Oporto acelera la terminal de cruceros que competirá con Vigo

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez VIGO / LA VOZ

VIGO

El espigón inaugurado en el 2011 ya atrae grandes trasatlánticos.
El espigón inaugurado en el 2011 ya atrae grandes trasatlánticos.

Tras crecer un 80 % en pasajeros, Leixões prevé 65 escalas este año

14 mar 2013 . Actualizado a las 15:26 h.

La nueva terminal de cruceros de Leixões ya es visible. Asoma como una amenaza real para el puerto de Vigo. Las obras de construcción del edificio con el que el área de Oporto pretende convertirse en líder de este tipo de tráficos en el noroeste peninsular, tal y como hizo hace una década con su aeropuerto, se han acelerado y estarán concluidas este mismo año. La apertura se prevé para marzo del 2014.

Ni la crisis que atraviesa Portugal ha frenado una inversión de 28 millones de euros en una infraestructura que tendrá capacidad para albergar a 2.500 pasajeros. Tras la inauguración en el 2011 del muelle que permite atracar a trasatlánticos de grandes dimensiones, esta era la baza que faltaba para cerrar las negociaciones emprendidas con turoperadores.

El objetivo es convertirse en puerto base de cruceros y reforzar así el atractivo turístico de Oporto. La terminal que está en el término municipal de Matosinhos, al lado de una playa de dos kilómetros y rodeada de centros comerciales, dispondrá de lanzaderas a la ciudad del Duero y las bodegas de fama mundial.

De momento, cerró el 2012 con un espectacular incremento del 80 % en pasajeros, alcanzando los 75.600 en 70 escalas. Este año, que no está siendo bueno para casi nadie, la Autoridad Portuaria de Leixões apuesta por «consolidar el movimiento de cruceros». De momento tiene programados 65, con lo que se acerca a Vigo. El 2014, con la nueva terminal, «las previsiones pasan por iniciar un nuevo período de crecimiento».

Su situación contrasta con la de Vigo, que está sufriendo un fuerte bajón tras lograr cifras récord en los últimos años. En estos momentos la ciudad lleva dos meses y medio sin recibir ningún trasatlántico (el último fue el Saga Ruby el 5 de enero), con el consiguiente perjuicio para los comerciantes de la zona portuaria. El 19 de marzo llegará por fin uno, el Aidaluna, y se prevén otros veintitrés hasta junio. La fuga al Caribe durante meses del coloso Independence of the seas está pasando factura.