El rector de Vigo dice que «la cuerda está a punto de romperse»

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Los recortes en la financiación ponen en riesgo a las universidades, dice Salustiano Mato

16 feb 2013 . Actualizado a las 20:36 h.

El rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, cree que la capacidad de esfuerzo y constricción de la comunidad universitaria ha llegado a su límite, tanto que «la cuerda está muy tensa, a punto de romperse», advierte, si vienen más ajustes que los pactados en Galicia de aquí a 2015.

En una entrevista con Efe, Mato previene de lo «desincentivador» que resulta «pedir cada vez más» a investigadores y profesores «que cobran menos»; una ecuación que cree «difícil» mantener por mucho tiempo, y por eso reclama a la Xunta «que pare» con su exigencia de esfuerzos y que cumpla con la hoja de ruta trazada.

Confía en que los planes de financiación y de sostenibilidad económica, más el decreto de titulaciones, todos consensuados con la administración autonómica, permitirán a las universidades gallegas «tener futuro» al minimizar el impacto de la aplicación de las normativas estatales como el denominado decreto Wert.

A diferencia de otras comunidades autónomas, donde augura la desaparición de títulos, facultades y campus, así como la salida del sistema universitario de «centenares de personas», Mato valora que en Galicia el ahorro en el coste público «no recaerá en las familias»; un aspecto «prioritario» a la hora de pactar los ajustes.

En buena medida, gracias a la capacidad de profesores e investigadores de «mantener el nivel con menos salario», pero «¿cuánto más vamos a poder aguantar? La cuerda está muy tensa, a punto de romperse. No se nos puede pedir mucho más», reflexiona.

Aunque asume que los tiempos que corren obligan a las universidades a «ponerse las pilas», a trabajar en base a resultados, a fijarse objetivos de eficiencia y a buscar financiación privada, Mato recalca que si se siguen recortando las ayudas públicas, «nos dejan sin oxígeno para respirar y nos matan».

Apunta que el grado de dependencia de las ayudas públicas de la Universidad de Vigo oscila entre el 66% y el 68%, frente a la media del 73% de las instituciones académicas europeas, lo que atribuye en parte al éxito cosechado por proyectos de investigación que concurren en convocatorias de ayudas europeas «muy duras».

Ahora bien, es consciente del riesgo de que la fuga de talentos, palpable en el éxodo de miembros del equipo que desarrolló el Xatcobeo, el primer satélite diseñado y construido por una universidad española con estándares de la Agencia Espacial Europea (ESA), acabe por «secar la fuente del conocimiento».

Según Mato, «no preocupa tanto» la marcha de investigadores y de estudiantes recién licenciados seducidos por la ESA, la NASA o multinacionales de la ingeniería aeroespacial, porque al fin y al cabo supone «un éxito», como que ésta se convierta en «la única opción» y se acabe por desmantelar «el núcleo» del talento.

Cree que esta situación se da porque en España «no se ha interiorizado» la importancia del tránsito de un modelo industrial «agotado» hacia la sociedad del conocimiento, como única vía para mantener el estado de bienestar y «no volver a ser un país tercermundista».

Si existiera esa concienciación, argumenta, «no habría discusión» en cuanto a que la educación y la I+D tendrían que quedar exentas de los ajustes presupuestarios, porque al tocar estas partidas, augura, «vamos hacia el desastre».

«Si hay que hacer austeridad, no lo hagamos con aquello que nos va a dar futuro», sostiene el rector de Vigo, quien lamenta que «se equiparen las universidades con los aeropuertos».

Además del fondo discrepa con las formas, ya que ve injusto el «reparto alícuota» de los recortes, sin distinguir entre las instituciones «eficientes» y las que no lo son, y en este sentido critica la generalización de la paralización de la contratación pública, con la que «pagan justos por pecadores».