El socio de Karpin resta importancia a la rebeldía procesal declarada por un juzgado

M. J. F. / La Voz

VIGO

Crespo alega que el exjugador del Celta está en Rusia y que él viaja con frecuencia a Brasil

13 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El hecho de que un juzgado haya declarado en rebeldía procesal a Karpin y a uno de sus socios, José Crespo, es valorado por este último como un procedimiento habitual de la vía civil. Otra cosa muy diferente, dice, es si fuera por la vía penal, en cuyo caso se declararía en busca y captura.

Para José Crespo, es normal que si el exjugador céltico Valery Karpin reside en la actualidad en Rusia, no reciba la demanda del juzgado. Lo mismo ocurre en su caso, al viajar muy a menudo a Brasil.

Lógicamente, añade, el procedimiento sigue su curso, una vez publicado un edicto. De momento, Crespo desconoce si se presentarán al juicio, ya que, como explicó la semana pasada a este diario, en este momento los socios intentan todavía recabar financiación para sus proyectos inmobiliarios, lo que, en caso de encontrarla, podría cambiar las cosas.

El juzgado de Primera Instancia número 9 de Vigo declaró en rebeldía a Karpin y a Crespo por estar en paradero desconocido a efectos legales. Los socios tienen que comparecer en una vista previa el 8 de abril como paso previo a un juicio ordinario por impago de cantidades que promueve el Banco Santander.

La crisis de la construcción pilló de lleno a la promotora del jugador ruso en proyectos inmobiliarios como el del Barrio do Cura.

Aunque sus inicios tuvieron lugar en el 2003 con la compra del asilo de Pi y Margall, los sucesivos retrasos en los permisos y las trabas a las que, en general, se tuvieron que enfrentar, provocaron el vencimiento de los créditos y les llevaron a una situación difícil de superar en estos momentos.

De hecho, una de las entidades bancarias que financiaba el proyecto ya ha hecho pública la subasta de varias casas y fincas en el Barrio do Cura. En concreto, el lote supone 16,3 millones de euros. Los socios tratan de impedirlo a toda costa contra reloj, aunque admiten que en estos momentos es muy difícil encontrar financiación, a no ser que sea en el extranjero.

La promotora advierte que el procedimiento judicial sigue

su curso