Un corto recoge la vida del inventor de Vigo que solo duerme dos horas

Laura Míguez Rúa
L. Míguez VIGO

VIGO

GUSTAVO RIVAS

Julio González ha patentado todo tipo de sistemas de pesajes y otros mecanismos desde el centro Teaxul. Ahora, el microdocumental «Things which didn´t exist» compite en el Festival Focus Forward con un repaso por su ingenio

19 nov 2012 . Actualizado a las 20:41 h.

«Yo siempre me consideré un niño normal, pero había algo que me diferenciaba. Desde los ocho años solo duermo dos horas al día, por esto la gente me veía como un ser anormal. Invertí ese tiempo en estudiar e inventar». Así empieza el microdocumental Things which didn´t exist, un trabajo firmado por Toño Chouza que compite en el Focus Forward. Short Films, Big Ideas. Este certamen está abierto a piezas audiovisuales cortas sobre innovación y se pueden votar a través de su portal abierto en Vimeo.

No es de extrañar que esta apuesta gallega vaya ya camino de las semifinales, ya que la vida del vigués Julio González se ajusta por completo a la esencia del concurso. Julio es el presidente e investigador principal del Centro Científico Tecnologico de Investigación Aplicada Teaxul y puede presumir de ser uno de los gallegos con mayor número de patentes presentadas. Este prolífico inventor es el protagonista de los poco más de tres minutos de imágenes en el que se hace un repaso por su infancia, sus vivencias personales y sus retos profesionales. Un maletín ideado para homologar las herramientas de las modalidades deportivas de jabalina, martillo o disco, que emplean ahora todos los jueces desde Barcelona 92, o una báscula especializada para pesar en movimiento e incluso bajo en agua son algunos de los méritos que atesora en su currículum. Precisamente este invento, nacido en los años 80, le abrió la puerta a otros países y sectores que se interesaron por el ingenio de este vigués.

Medicina forense, robótica o nanotecnología son algunos de los otros sectores por los que ha pasado la imaginación del inventor Julio González. La cinta también recala en aspectos más personales de su vida familiar y su pelea por salir adelante.

Con el reto de llevar la autosuficiencia a todo el mundo y una apuesta por la felicidad, el corto se despide con una interesante reflexión: «No puedes permitir que nadie te robe tus ilusiones. El mayor invento es inventarse a uno mismo»