Un futbolista de Bembrive acepta seis meses de cárcel por darle un puñetazo a un jugador en el transcurso de un partido

La Voz LA VOZ

VIGO

La víctima estuvo 10 meses de baja y hubo que reconstruirle la mandíbula

26 abr 2012 . Actualizado a las 23:52 h.

De la tarjeta roja a los juzgados. Un jugador de fútbol sala aceptó ayer una condena de seis meses de prisión por haberle dado un puñetazo a otro deportista del equipo contrincante en el transcurso de un partido.

Los hechos se produjeron en diciembre del año 2010. El equipo local disputaba un encuentro de la liga autonómica contra el Bembrive. No había terminado la primera parte cuando uno de los jugadores del equipo visitante propinó un golpe en la cara a uno de los jugadores del Pazos de Borbén. El tortazo fue tan grande que le destrozó la mandíbula. La víctima tuvo que pasar por dos intervenciones quirúrgicas y estuvo diez meses de baja. La Guardia Civil acudió al campo de juego e instruyó el correspondiente atestado, que se tramitó por la vía penal por un delito de lesiones. El jugador agredido, de 26 años, tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro sanitario y tardó más de un año en volver al terreno de juego.

La Fiscalía reclamaba en principio dos años y medio de cárcel debido a un error que computaba al acusado los antecedentes penales de su hermano. Finalmente, después de que sus abogados demostraran que carecía de antecedentes, rebajó la pena hasta los seis meses de prisión, que fue la que aceptaron las partes en la vista por conformidad que se celebró esta mañana en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo.

La víctima recurrirá ahora a la vía civil para exigir una indemnización por los daños que sufrió. En principio las había tasado en 7.000 euros, pero afirmó que aumentará la cantidad por lo complicada que resultó la rehabilitación de su mandíbula.

Como testigos estaban citados a declarar dos árbitros colegiados que intervinieron en aquel encuentro. Al final Javier Martínez Souto y Juan González Lubián no tuvieron que declarar, pero fuera de la sala destacaron la conveniencia de que este tipo de altercados acaben en los juzgados, «para frenar unas actuaciones que están totalmente fuera de lugar».

No obstante destacaron que este tipo de agresiones entre jugadores no suelen ser frecuentes en los partidos. «Fue la primera vez que vimos algo así», destacaron.