Embarcan 54 molinos para un parque eólico en Etiopía

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

VIGO

M. MORALEJO

La suspensión de primas incrementa la exportación de aerogeneradores desde el puerto de Vigo

17 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La supresión de primas a las energías renovables en España se está traduciendo en un incremento de la exportación de material relacionado con las mismas. El puerto de Vigo se ha convertido en uno de los escenarios de dicha exportación. Así, hoy se iniciará el transporte de 54 molinos de viento destinados a construir un parque eólico en Ashegodea (Etiopía).

La logística corre a cargo de la firma Vasco Gallega de Consignaciones, cuyo director, Juan Martínez, explica que las especiales características de la carga obliga a realizar varios viajes, siete en total a razón de 1.800 toneladas en cada embarque, para trasladarla. Las labores de estiba de los primeros ocho molinos se prolongarán hasta el jueves.

Además de estas 54 torres, la firma viguesa tiene ya apalabrados otros dos contratos, en este caso con Sudamérica como destino, de 17 y 10 aerogeneradores respectivamente. A lo largo del pasado año este tipo de exportaciones a través del puerto de Vigo no superaron el medio centenar de unidades, lo que supone un incremento del 62 % cuando apenas ha transcurrido un cuatrimestre del presente ejercicio.

En el mercado español, donde se han construido los distintos componentes, el valor de cada torre se estima en 1.200.000 euros, cifra que sube hasta el millón y medio colocada en Namibia, precisamente fruto de la logística.

La experiencia de Vasco Gallega en este tipo de tráficos, considerada una de las tres mejores de España, es lo que ha llevado a las empresas de ingeniería a encargarle el trabajo. De hecho, en las próximas semanas tiene previsto iniciar otro envío similar desde la terminal de Bilbao. En este caso los molinos serán 56 y el destino Brasil y Estados Unidos. La operación estará coordinada desde Vigo y se prolongará hasta septiembre.

La energía eólica ha venido a llenar el hueco dejado por tráficos como la madera o el granito, que la crisis de la construcción ha reducido al mínimo.