La biblioteca del Estado vuelve a alejarse de Vigo

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

El alcalde reconoce ante el delegado del Gobierno que las expropiaciones para ubicarla en la Panificadora tardarán

17 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La biblioteca del Estado es uno de los compromisos del Gobierno central con Vigo, tal como le recordó ayer el alcalde al delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez. Por primera vez Caballero entonó el mea culpa y admitió que si no existe ya es por culpa del Concello, a falta de ofrecer una ubicación. En concreto dijo: «Está pendiente de que expropiemos el suelo de la panificadora para ubicarla allí».

De esta forma confirmaba que sigue con la idea de situar la dotación cultural en ese espacio, tras cambiar de lugar en media docena de ocasiones. También confirmó los peores augurios sobre su apertura al añadir que «se tardará todavía un tiempo en hacer la expropiación».

A ese tiempo que el proyecto tendrá por delante hay que sumar el que ha dejado atrás. Seis años desde que el Concello cursó la solicitud al Ministerio de Cultura con Carmen Calvo como titular y Corina Porro en la Alcaldía.

Fue el ministro gallego César Antonio Molina quien en el 2007 dio el visto bueno para su creación siempre que el Concello ofreciera el espacio para ubicarla. Desde entonces no ha habido más que vaivenes y propuestas vagas que fueron desterradas por diferentes motivos como el rechazo social.

Tras tantos intentos fallidos, el gobierno local decidió hace un año retomar la Panificadora como futura sede, de la que ya se había hablado en un principio.

Uno de los últimos trámites para conseguir este edificio tuvo lugar el 10 de febrero del 2011. Entonces, y tras fracasar los intentos para lograr un acuerdo amistoso entre Concello y propietarios, la Gerencia Municipal de Urbanismo decidió rechazar el recurso de los dueños de la Panificadora contra el cambio de planeamiento urbanístico en la zona. El objetivo no era otro que modificar el Plan Xeral de Urbanismo para impedir que se construya en la parcela de esa antigua industria y, de esta forma, garantizar la conservación del edificio.

Con tal motivo, la Gerencia Municipal de Urbanismo suspendió la concesión de licencias.