La policía alerta de robos con engaño en peluquerías y bares

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Falsos mendigos entretienen al dueño mientras hurtan teléfonos caros

06 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Policía Nacional alerta a los comerciantes de la presencia de unos descuideros rumanos que se hacían pasar por mendigos para engañar a los encargados de los comercios. Su objetivo es hurtarles los teléfonos móviles de última generación, como el iPhone, LG o Sangsum. Hace dos días, una patrulla arrestó a dos rumanos de 18 años que seguían este modus operandi y que al parecer pudieron haber empleado en otras localidades porque acaban de llegar a la ciudad, se alojaban en un hostal.

Su especialidad era limpiar peluquerías y bares. Entraban en el local y le mostraban al dueño una nota plastificada en la que pedían una limosna, un mero truco para taparle el ángulo de visión y hacer desaparecer en un santiamén los efectos del mostrador.

La pareja actuó varias veces en la última semana hasta que tuvieron la mala pata de entrar en una peluquería para pedir cita y la dueña les reconoció. Se trataba de los dos jóvenes que le habían hurtado un caro teléfono móvil a una amiga en una cafetería el día de Todos los Santos. La policía ató cabos y les relacionó con más golpes, el último dos horas antes en otro salón de belleza.

Terminales de 600 euros

El Grupo de Atención al Ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Vigo arrestó a los sospechosos, que son rumanos. Los capturaron el viernes por la tarde, a la altura del numero 121 de la Travesía de Vigo, gracias a la descripción que facilitó por teléfono una de sus víctimas. Era era la dueña de una peluquería que relató que los dos jóvenes querían hora para cortar el pelo y que se dio cuenta de que sus clientes eran los ladrones que tres días antes le robaron un móvil de última generación valorado en 600 euros a una amiga suya en una cafetería de Martínez Garrido.

La encargada disimuló y cuando los chicos se marcharon, pidió a unas personas de confianza que les siguiesen por la calle hasta que los implicados se pararon en la Travesía.

Uno de los agentes que los identificaba recordó que poco antes, a las 15.00 horas, la propietaria de una peluquería de la calle Couto Piñeiro había sufrido otro golpe. Los dos sospechosos, supuestamente, se valieron de un engaño. Usaron un papel plastificado para tapar la visión de la encargada y, en un segundo, le hurtaron su teléfono de última generación valorado en 500 euros. La descripción coincidía con los detenidos.

En comisaría, los investigadores revisaron sus pasos y descubrió que los jóvenes tenían pendiente otro hurto más, esta vez en una cafetería por Balaídos.

En otra intervención distinta, una patrulla identificó a tres rumanos en un vehículo. El conductor carecía de carné, el dueño tampoco tenía y un tercero llevaba el pasaporte de uno de los chicos detenidos por lo de las peluquerías. Era su primo.