Las asociaciones que en su día aceptaron contratar y gestionar los comedores (Nazaret, O Hío y Aldán) se están cuestionando seguir haciéndolo. La de O Hío anunció que lo deja el próximo curso. La de Nazaret no lo descarta.
Son varios los motivos. Uno es el trabajo que conlleva tanto en el control diario como en la tramitación de las subvenciones. Otro es el riesgo económico. La de O Hío tuvo que asumir algunos impagos. En el caso de Nazaret, para comer hay que pagar previamente a través de un ingreso bancario.