Las Misioneras del Silencio ceden su albergue con 50 camas al Concello

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

El centro de Marqués de Valterra se entregaría tal como se encuentra en la actualidad

02 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El problema de la falta de albergue municipal que se viene debatiendo desde hace siete años podría quedar resuelto de un plumazo y además a coste cero para el Concello y, por tanto, para los ciudadanos.

Para ello solo hace falta que el Concello acepte la propuesta lanzada ayer por el padre Carlos Olivares, de la Misión del Silencio. La orden anunció su intención de ceder al Concello el albergue que tiene en pleno centro de Vigo, en concreto en el número 6 de la calle Marqués de Valterra, donde cuenta con unos dos mil metros cuadrados. Claro que deberá ser la Fundación Valeriola la que diga la última palabra sobre esta cesión.

Las instalaciones, que en la actualidad solo admiten hombres, cuentan con todo tipo de servicios: cincuenta camas, lavandería, biblioteca, cafetería, peluquería, sala de televisión y juegos de mesa, trece duchas, servicios de psicología y de asistencia social.

Teniendo en cuenta que las dependencias no pueden convertirse en albergue público, el Concello deberá sacar a concurso la gestión del mismo mediante un pliego de condiciones que el patronato de la Fundación Valeriola estime conveniente y satisfaga los propósitos de la institución.

Para que la propuesta llegue a buen puerto, las Misioneras del Silencio solicitan al patronato de esa fundación que recabe del Concello varios compromisos.

El primero de ellos pasa por el mantenimiento de los puestos de trabajo de los asalariados del centro, en concreto seis de vigilancia y limpieza, todos ellos con contratos indefinidos en la actualidad. Otra de las condiciones fijadas es que se establezca un servicio de comedor, al ser insuficiente la oferta existente en la ciudad.

Las misioneras piden también que el uso de la iglesia siga cedido a la Diócesis de Tui-Vigo y que se mantengan en ella los pasos escultóricos de la Semana Santa si el Obispo así lo considera.

Por último, explican que, dado el carácter religioso que el fundador establece en sus estatutos, se conserven las pequeñas cruces en las habitaciones.

Las misioneras gestionan este centro desde hace una década, concesión que vencería el próximo año, si no fuera porque tienen derecho a prórroga por tiempo indefinido. De hecho, si el Concello rechaza la propuesta, seguirán con la gestión.

En principio, el obispo y el presidente de la Fundación (el comandante de Marina) ya están al tanto de la propuesta. Ahora tendrá que darle el visto bueno el resto del patronato, en el que se integra como vocal el alcalde de Vigo u otro representante del Concello, el presidente de la Cofradía de Pescadores y representantes de las cofradías religiosas.

El edificio fue donado en su día por el Marqués de Valterra y almirante de la Armada, de ahí que la presidencia de la Fundación la ostente una persona de ese cuerpo. La Misión del Silencio alardea de no aceptar ayudas de las administraciones públicas, pese a recibir ofertas.

El Concello deberá mantener los seis puestos de trabajo que ahora tienen contrato indefinido

Aunque en el centro no se adoctrina, piden que se conserven las cruces