El Vigo Rugbi levanta pasiones

antía f. lemos VIGO / LA VOZ

VIGO

30 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Son los últimos clasificados en la División de Honor pero con el honor de debutar merecidamente en una liga que muchos creían que les quedaría grande. El pasado fin de semana se estrenaron ante su público. Ese choque se saldó con derrota local, sin embargo, se constató el buen juego del equipo, el progreso de los chicos de Monreal, y la certeza de que un público aficionado a este deporte está emergiendo en Vigo.

Frente al Gernika, las gradas de la universidad alojaron a cerca de 1.000 espectadores. Muchos más de los que solían visitar As Lagoas hace un par de años, apenas 200 como asegura su presidente, Ramón Babé. Los resultados no están siendo buenos. Frente al factor sorpresa del recién ascendido está la ansiedad del que se sabe inexperto en una liga muy competitiva. Pero si algo ofrece este equipo, Maxwell y Monreal son muy culpables de ello, es corazón. Y eso levanta pasiones.

La afición no se limita a la grada y mucho menos se reduce a la ciudad. Páginas de apoyo en las redes sociales, plataformas de ayuda económica y una campaña de abonados que poco a poco se hace eco del éxito del club. Desde la directiva aseguran que unas 300 personas ya son simpatizantes del equipo entre los tres carnés que ofrecen y que oscilan entre los 35 y los 200 euros: Base, Colaborador y Protector.

A lo ancho del globo el Vigo Rugbi suma adeptos. Desde Zimbabwe, el ex jugador del club Rubén Domínguez sigue al equipo, al igual que Anxo López desde Viena, ambos afiliados del club. Otro de esos carnés está en manos de un joven aficionado residente en Melbourne. El australiano y seguidor del equipo es Daniel Zuakowski. Su madre, que trabajó en Vigo durante años, traspasó a su hijo el amor por la ciudad y, un amigo de ella, el amor por el rugbi.

Ese amigo es Anxo Fernández, antiguo jugador del equipo y diseñador del primer escudo que representó al club. Daniel, que ya practica el deporte rey de su país, todavía no conoce al equipo en la máxima categoría, «tal vez en un par de años pueda venir», asegura Anxo. No obstante, es la prueba de que la pasión por este deporte y este club se contagia en cada rincón del planeta. «Demuestra que hay historias humanas detrás del rugbi», afirma el ex jugador.

El equipo repite cita este domingo ante su gente y As Lagoas volverá a ser testigo del interés que despiertan estos colores.