Los tres secuestradores de la directiva del astillero MCíes se enfrentan a 27 años de cárcel

E.V.PITa VIGO / LA VOZ

VIGO

«¡Te voy a matar!», le espetó a Saray Seoane el cabecilla tras meterle el cañón de la pistola en la boca

08 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Fiscalía de Vigo pide que un juez condene a un total de 27 años y 3 meses a los tres acusados del secuestro exprés de la ejecutiva viguesa Saray Seoane el 26 de noviembre del 2009. Los captores exigieron 2 millones por el rescate de la directora de recursos humanos e hija del accionista principal del astillero MCíes. Tras renunciar al dinero, la liberaron en O Salnés. Aún no hay fecha para el juicio.

La víctima caminaba a las 8.10 horas hacia su trabajo en MCíes en el polígono de Miraflores, en Sárdoma, cuando tres hombres con pasamontañas (dos no han sido identificados) la metieron en una furgoneta, la tumbaron, le ataron las manos con cinta americana y le vedaron los ojos con una pasmina. Fue trasladada a un galpón de O Con Negro, en San Vicente de Mar, con una palangana de plástico en la cabeza. Fue tumbaron encapuchada sobre una cama, atada de pies y manos con bridas. El jefe, Carlos S.A., le mostró una jeringuilla con un líquido rojo y la amenazó: «Si tu padre no paga, te inyecto el virus del sida». Le metió el cañón de una pistola en la boca, le dijo: «¡Te voy a matar!». Y luego la golpeó con el arma en el cuello.

Durante el encierro, la víctima fue vigilada por 3 secuestradores, de los que reconoció a Francisco P.C. y Óscar P.A. por la voz y sus características físicas.

Aunque el astillero estaba en concurso de acreedores, la Fiscalía cree que el móvil fue exclusivamente económico. La prueba es que el jefe, Carlos, llamó al padre de Saray una hora después del secuestro y le exigió 2 millones. El regateo por teléfono, intervenido por la policía, y rebajó el rescate a 82.000 euros.

Durante las 22 horas que duró el secuestro, Carlos se apropió de un reloj Bulgari B-Zero, de oro blanco con brillantes y un anillo, valorados en 3.470 euros. Le exigió el pin de sus tarjetas y retiró 900 euros en un cajero del Banco Gallego en Villalonga.

Los negociadores acordaron entregar el dinero a cambio de la mujer en una gasolinera de la AP-9 pero los secuestradores abortaron la cita y pusieron fin al cautiverio. Abandonaron a Saray en la vía rápida de O Salnés a las 6.20 horas, donde un conductor la recogió desorientada y la entregó a la Guardia Civil.

El fiscal pide 13 años y 6 meses para Carlos por detención ilegal, lesiones y robo con intimidación; esto último por intentar vender el reloj y el anillo. Está en libertad desde el 2010 y acumula dos condenas del 2007 por robo con intimidación. Proponen que esté alejado de ella 12 años. Sus cómplices se enfrentan a 7 años y medio cada uno.