El fango ha preservado parte de los galeones hundidos en el año 1702
31 ago 2011 . Actualizado a las 11:18 h.El mismo fango que impide verlos con claridad ha permitido que los pecios de los galeones de la batalla acontecida en Rande en 1702 hayan llegado a nuestros días en muy buenas condiciones. Es una de las conclusiones de la campaña arqueológica desarrollada a finales del pasado mes de julio bajo las ordenes de Javier Luaces.
El arqueólogo vigués se mostró ayer satisfecho en la Ser con los resultados obtenidos, que se darán a conocer en su totalidad la próxima semana. «Los resultados son buenos porque debajo del fango la conservación es muy buena, entonces, nos estamos encontrando con restos de barcos muy bien conservados, las maderas están muy bien», señaló Javier Luaces.
El arqueólogo director de la última campaña ordenada por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura señaló que «la práctica totalidad de la ensenada de San Simón es fango, limo muy fino, que hace muy compleja cualquier operación». Sin embargo, Luaces Anca cree que este tipo de fondo marino es un inconveniente con beneficios «porque si fuese un fondo de arena más claro, posiblemente, los restos ya estarían alterados».
Tras la primera campaña geofísica del 2007-08, Javier Luaces afirmó que los restos de las embarcaciones aparecían de varias formas. «En algunos casos los barcos conservan su forma y estructura y en otros son aglomeraciones de materiales, como piedras del lastre, madera, hierro, etc.», manifestaba entonces. Añadía que las dimensiones de estos pecios oscilan entre los 20 a 30 metros de longitud y los 7 a 10 metros de anchura. «La mayoría de los pecios se encuentran a profundidades por debajo de los 15 metros, aunque más de cinco están en cotas superiores, incluso por debajo de los veinte metros», concluía entonces el arqueólogo vigués.
La Xunta de Galicia ordenó la última campaña con el objetivo de comprobar los registros geofísicos obtenidos entre octubre del 2007 y el verano del 2008. Un grupo de arqueólogos expertos en actividades subacuáticos fueron contratados para realizar el trabajo técnico de identificación y localización de posibles pecios. Fuero ellos los que tocaron los pecios.
El escaso presupuesto otorgado, unos 25.000 euros, solo permitió trabajar cinco días, reduciendo el objetivo de comprobar treinta pecios a entre cinco y diez. La semana próxima, la Consellería de Cultura hará público los resultados completos del trabajo
Se cree que entraron 36 galeones en la ría y que 9 fuero capturados
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Barcos hundidos