«Hay demasiada risa superficial y eso es insultante»

maría rodríguez VIGO/ LA VOZ

VIGO

Leo Bassi actuará hoy en el Festiclown con una conferencia sobre religiones

29 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Fiel un año más a su cita con el Festiclown, Leo Bassi vuelve a recalar en Vigo (centro cultural Novacaixagalicia, 22 h.), y con la polémica de nuevo a sus espaldas. Esta noche -con las entradas agotadas desde ayer- pretende hacer reflexionar al público con su conferencia Raíces judeo-cristianas de occidente: un fraude histórico, por la que ya ha sido acusado de blasfemia.

«Vengo con el otro lado de la risa, con lo que hay detrás de un hombre de 60 años (su espiritualidad), y la narrativa de la historia, superverificada», explica Bassi, que centrará su discurso en defender «que las raíces de Europa y de la cultura occidental son más antiguas que las judeo-cristianas, incluso la inspiración de los payasos va a una fuente más remota; y todo esto hay que explicarlo a la gente».

Su conferencia se ha actualizado recientemente, y es que «las razones que ha dado el terrorista de Oslo han sido defender las raíces judeo-cristianas contra el Islam», explica y su forma de contraatacarlo es con la espiritualidad: «No se puede tolerar esa falsa visión de la historia para justificar sus actos».

¿Pero qué reacción busca en su público en esta ocasión? «Básicamente sorprender». No será ese Leo Bassi que hable de «cosas asquerosas», sino el que narre «cosas de la historia que la gente no sabe, y que les haga pensar y reflexionar, como el movimiento del 15-M», apunta.

Bassi no solo busca risas en sus actuaciones porque considera que hacer solo reír puede ser algo «contra el espíritu». Para el cómico italiano en estos momentos hay «demasiada risa superficial, y eso es insultante». Por eso, quiere que vuelva una risa que supere ciertos códigos, «si no puede llegar a ser una risa falsa, muy conservadora». Y Bassi no cree en la risa para huir del presente, sino en una «que tenga en cuenta el alma de la gente», y con la que seguirá trabajando porque «aún no he perdido la fe en lo que hago. Tampoco en la bondad de la gente», confiesa.