La Fundación MacDella Cooper abre ventana en Vigo

VIGO

01 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1«Se acabó el pintauñas, se acabó la ropa con olor a suavizante, el calzado pulcro, la lavadora, esa ducha de agua caliente diaria; se acabaron las conversaciones estúpidas, la tontería, las quejas injustificadas...» Es lo que se dijo Alejandra Bernardo el día que, por fin, tomó la decisión de cambiar su cómoda vida de directora de comunicación de Aguas de Mondariz por la de responsable de intendencia (con todo-todo lo que eso implica) de una escuela para niños sin hogar en Liberia.

La escuela en cuestión está bajo el paraguas de la Fundación MacDella Cooper. Gracias a Alejandra, la modelo liberiana ya es capaz de situar a Vigo en el mapa. De hecho, será esta la primera ciudad de Europa que cuente con una delegación de la Fundación. Para celebrarlo, ayer se conectó por videoconferencia con los asistentes a la presentación del proyecto, celebrada en el hotel NH Palacio.

No todo el mundo ha entendido la decisión de Alejandra, una mujer que siente desde siempre una particular atracción por África, y más desde que residió en Johannesburgo y visitó Zambia y Zimbabwe.

La vida que llevaba no le llenaba, así es que cuando le hablaron de este trabajo, en realidad este reto, no necesitó mucho tiempo para pensárselo. El justo para plantarse en Charlesville y ver aquello con sus propios ojos. «Allí falta de casi todo, particularmente infraestructuras, pero sobra entusiasmo y ganas de aprender. Es gente muy receptiva, que está harta de guerras», afirma.

El caso es que el 10 de julio será el primer día del resto de su vida. «Si tengo que volver no será la primera vez y lo haré tarde o temprano, pero si lo hago antes de lo esperado, volveré tranquila por haberlo intentado». Pues eso.

De premio, un trabajo

2Difícil encontrar un premio mejor. Que se lo digan a Lorena Villalba. La joven de Mos no daba crédito ayer cuando supo que era la ganadora del concurso de jóvenes diseñadores convocado por la firma de moda infantil Paz Rodríguez. Es una de esas afortunadas personas que pueden presumir de tener un contrato de trabajo garantizado incluso antes de rematar los estudios. «Me falta el proyecto final», afirmaba.

La iniciativa de Paz Rodríguez tuvo una gran respuesta. Las cinco finalistas del concurso recibieron ayer sus respectivos diplomas. Una de ellas viajó expresamente para la ocasión desde Montevideo. No hay que olvidar que el certamen es internacional.

De copas

3Otros que se sintieron premiados ayer fueron los futboleros vigueses con alma blaugrana que, visto lo visto, no son pocos. Durante cuatro horas pudieron ver de cerca (y hasta tocar) las tres copas (t-r-e-s) que han ganado este año los chicos de Guardiola: Liga, Champions y Supercopa. Algunos (futboleros, digo), llegaron incluso vestidos ad hoc. Está claro que las pasiones se viven pero no se pueden explicar.