Díaz Pardo, economista de honor por dar valor al arte

VIGO

23 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1Isaac Díaz Pardo sumó ayer un nuevo reconocimiento, el de colegiado de honor de los economistas de la provincia, a la interminable lista de ellos que ya tiene. Basta con echar un vistazo a la nómina de colegiados de honor que han precedido al longevo artista-empresario (cuatro en treinta años) para llegar a la conclusión de que es un nombramiento muy preciado para la entidad que preside Juan José Santamaría.

El acto de reconocimiento, que contó con la presencia de buena parte de la profesión, fue el arranque de las celebraciones del treinta aniversario del Colegio. De realizar un recorrido, necesariamente somero, por la peripecia vital y profesional de Díaz Pardo, se encargó José María Fonseca, que dijo que el segundo premiado del día era él por haber recibido la encomienda de sus colegas de encargarse de la laudatio. Hizo sendas menciones a las que considera tres vertientes de la personalidad del homenajeado: la de artista, la de empresario y la de compaginador del altruismo con una gran vocación por Galicia.

Coincidió con Santamaría en subrayar que, además de artista, es Díaz Pardo un gran emprendedor, que ha dado valor económico al arte. Es esa faceta de empresario atípico, capaz de hacer de una cerámica una seña de identidad, o de una editorial un lugar de encuentro de la cultura, lo que quisieron reconocerle ayer. Y él se lo agradeció emocionado.

Hasta ahora el título de colegiados de honor lo tenían Julián Zarauza, que fue el primer colegiado; Xaime Isla Couto, Juan Ramón Quintás y Luis Suárez Llanos. Estaba previsto ayer un segundo nombramiento, en este caso de Jesús Pena Trapero, pero un pequeño contratiempo de salud lo impidió. Será, eso sí, el siguiente.

Las celebraciones de aniversario tendrán continuidad hoy (20 horas) en el Club Financiero con una mesa redonda sobre los costes de la crisis en España y Portugal en la que, entre otros, intervendrá Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona que, además de ejercer de vigués, viene siempre que puede.

Volver a empezar

2Dice Mariola Heredero que la exposición que estos días puede contemplarse en el Mercantil es como un reinicio. No es que haya abandonado la acuarela, que no, es que cuestiones ya superadas la llevaron a aparcar los pinceles durante dos años -«pintar me genera mucho estrés»-, así es que la muestra significa el regreso al trabajo. Cierto que a lo largo de este tiempo organizó sendas exposiciones en A Coruña, pero en ambos casos se trataba de obra ya hecha.

En este volver a empezar ha aparcado sus temas recurrentes para dedicarse a las marinas. En total 24 acuarelas en las que lo primero que llama la atención es el color. Iba Mariola para arquitecta, aunque terminó matriculándose en Derecho. En segundo descubrió que aquello no era lo suyo y decidió dedicarse en cuerpo y alma a la pintura. De eso hace más de 20 años.