El fiscal especial de Siniestros Laborales, David Canoa, ha investigado cinco muertes de trabajadores desde octubre del 2010 hasta la fecha y a presentado siete escritos de acusación desde el 2010. De los atestados examinados, han quedado excluidas las muertes de dos brigadistas en Fornelos de Montes el pasado verano.
El primer caso investigado data del 29 de septiembre del 2010, el mismo día de la huelga general. Un empleado reparaba un barco en el puerto de Vigo y soldaba una chapa mientras otra pendía en una grúa. A causa del movimiento del mar, la chapa suspendida le golpeó mortalmente la sien del obrero cuando se asomó y este cayó desplomado al agua. La autopsia confirmó que no murió por ahogamiento.
El segundo accidente mortal data del 18 de octubre del 2010. Un operario colocaba una barandilla en la plataforma de seguridad de madera, en las obras del falso techo del Auditorio de Vigo. Como era difícil llegar a ese lugar, algunos obreros tenían la costumbre de sentarse en una viga y saltar sobre la madera. Pero en esta ocasión, la chapa se quebró y la víctima cayó al vacío desde una altura de 15 a 20 metros y se golpeó contra las gradas. El tercer caso data del 28 de febrero del presente año. Un obrero de la construcción murió aplastado por un paquete de baldosas en una obra de la avenida de Florida. El cuatro siniestro letal data del pasado 28 de marzo en el puerto de Vigo. La víctima fue golpeada por una grúa cuando trabajaba a bordo de un buque en alta mar y cuando el barco amarró en Vigo, la Fiscalía asumió la investigación.
El último expediente abierto es del 18 de abril, por un trabajador que se cayó por un terraplén cuando hacía una limpieza forestal en Redondela.
Además, la Fiscalía redactó siete escritos de calificación por muertes en el trabajo desde el 2010. Considera que los responsables de seguridad no adoptaron todas las medidas. Tres acusaciones del 2010 se refieren a empresarios y técnicos de Vigo por la muerte de un obrero que cayó en altura, otro por un operario que fue aplastado por un objeto pesado y el tercero por un trabajador que murió atrapado entre un ascensor y la pared.
Otras dos acusaciones, en el 2010, fueron para responsables de accidentes en Tui. Uno de los obreros murió al caerle encima un dintel cuando manejaba una retroexcavadora. En este caso, el fiscal cree que no hubo delito y pidió falta. En el otro, la otra empleada falleció por escaldamiento con vapor hirviendo que vertió una máquina autoclave para esterilizar objetos.
En lo que va del 2011, el fiscal presentó cuatro escritos de acusación por muerte laboral. Uno es por el fallecimiento de un obrero en una caída en altura en Vigo, otro por un operario que se precipitó desde una cubierta sin protección en Redondela, y otros dos por decesos en obras de Ponteareas. Una víctima cayó de un andamio deficientemente instalado sin pies telescópicos ni rodapiés ni barandillas y la otra es un repartidor de bocadillos que se coló por el hueco de un ascensor.