Ordena al Concello de Cangas, que recurrirá la sentencia, y al titular de la casa rural que se abstengan de utilizarlo
17 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La Audiencia provincial de Pontevedra estimó el recurso de la familia Requejo contra la sentencia del juzgado de Cangas que admitía el derecho de servidumbre por el polémico vial de Punta Couso y lo declara de titularidad privada. Condena al Concello de Cangas y al propietario de la casa rural cuyo único acceso rodado es ese vial a «estar y pasar por esta declaración y a abstenerse en lo sucesivo de pasar por dicho camino o pista».
Los jueces entienden que el hecho de que se construyeran chalés con frente a dicho vial, lo que debería haber conllevado su cesión al Concello, no lo convierte en público. «Supone posiblemente una irregularidad urbanística que tenía que haber sido subsanada previamente por la Administración competente, sin que conste que lo haya hecho o iniciado, pues su prueba sería sencilla para el Ayuntamiento», indica la sentencia.
En todo caso, es «el único dato del que puede deducirse un acceso público», estiman los jueces. Todos los demás que aportaron tanto el propietario de la casa rural como el Concello no prueban que el camino sea público a partir del portalón instalado por los Requejo.
Casa rural sin acceso
Una de las herederas de la finca de Punta Couso, María Rita Requejo, vendió a Carlos Bautista Cordero la antigua salazón, del siglo XVIII. El comprador solicitó licencia al Concello para reformar el edificio y hacer una casa de turismo rural. Los Requejo presentaron alegaciones aduciendo que no podía obrar al no contar con un vial público de acceso, pero el Concello le otorgó licencia al considerar que el camino en cuestión es propiedad municipal.
Ahora, el hostelero no tiene forma de llegar en coche hasta la casa rural. Puede hacerlo a pie por el camino antiguo que va pegado a la costa, una pista de carros casi impracticable.
La pista rodada de acceso a Couso es pública hasta el portalón. A partir de allí, es privada, con derecho de paso para los chalés de la urbanización, pero no hasta la playa. Quien quiera bañarse en esa cala ha de acceder por el camino antiguo.