Entre las actuaciones desarrolladas por los dieciséis agentes de la patrulla de playa bajo la coordinación del oficial Manuel Sánchez y del visto bueno del jefe de sección, Javier Carballo, figura la detención de «tres o cuatro» personas por exhibicionismo y otras por hurtos, la mediación para encontrar a las familias de niños extraviados o la intervención en accidentes de tráfico.
También atendieron el pasado año a una embarazada y frustraron un suicidio, además de prestar primeros auxilios en algunos casos, como picaduras de medusas, y de procurar que se cumplan las normas de la playa reflejadas en carteles. Al control de los arenales se suma a menudo el del paseo del río Lagares.
El trabajo de los policías, entre los que solo hay una mujer, aumentó el verano pasado como consecuencia del calor.