El marinero menú de Pau Gasol y su novia en Vigo

VIGO

El jugador de la NBA comió percebes en Casa Moncho.

16 jun 2011 . Actualizado a las 12:09 h.

Pau Gasol, como bien saben los que le conocen de cerca, es un fanático de los percebes. Qué mejor sitio que Casa Moncho para ponerse morado. Pues eso hizo el pasado martes en compañía de su novia, Silvia López, su futura suegra y un buen amigo vigués, empresario del sector pesquero para más señas. Visto lo visto, parece que la rumoreada crisis de la pareja (si es que de verdad existió) es agua pasada.

La conexión viguesa de Gasol viene de antiguo. De hecho fue otro amigo, que finalmente no acudió a la cena, el que hizo la reserva del reservado, valga la redundancia.

Fuera por cuestión de gustos, fuera por recomendación del propio Moncho (nadie mejor que él sabía cuáles eran las excelencias del día en su nevera), el resto del menú fue también marinero: centolla y una espectacular lubina salvaje a la sal.

A Silvia le pedía el cuerpo langostinos a la plancha, pero al final, aceptó el consejo del jefe de sala y optó por los carabineros. Para regarlo todo eligieron un Rías Baixas, Cepas Vellas Do Ferreiro para más señas.

Lo que no tomó ninguno de los cuatro comensales fue postre. Y no porque la carta no fuera lo suficientemente atractiva, sino porque la inminente salida de su vuelo les obligó a salir pitando para el aeropuerto de Peinador. De hecho, parece que el piloto tuvo que retrasar unos minutos la salida para esperar por ellos. Claro que los pasajeros que a esa hora de la noche (10.30) se encontraban en la terminal, no supieron que el jugador más famoso de los Lakers llegaba tarde al embarque. Lo llamativo que podría haber sido escuchar por la megafonía la consabida frase con voz metálica de «Esta es la última llamada para el señor Gasol, por favor preséntese cuanto antes en la puerta de embarque número 4».

No es esta la primera vez que la estrella de la NBA elige Casa Moncho para darse un homenaje gastronómico. Aunque quizá el que lo elija sea ese buenísimo y misterioso amigo vigués que ayer, finalmente, no acompañó a Pau y a Silvia a cenar. Lo que sí se sabe de ese amigo es que no tiene nada que ver con el mundo del deporte.

De ese mundo tuvo Moncho recientemente otro comensal bien famoso. La discreción a la que obliga ser el propietario de tan privilegiada ventana en todos los sentidos (en su casa se citan habitualmente personalidades del mundo de la empresa, la pantalla, la judicatura, la medicina...), hace que resulte difícil (imposible a ratos) sacarle algún dato sobre nombres, gustos, fechas...

Sin embargo, sabemos que Pep Guardiola, que al parecer también tiene amigos en Vigo, le visitó hace bien poco. El segundo mejor entrenador del Barcelona (dicen que Johan Cruyff fue su maestro), que estuvo acompañado por dos de esos amigos, también se tiró en plancha a los mariscos y el pescado. En este caso sí hubo tiempo de hacer una parada en los postres. Y hasta en el café

No había terminado aún la Liga cuando Pep Guardiola se entregó con placer a la cocina de Moncho. ¿A qué pudo venir a Vigo el entrenador del Barça? Pues quien sabe si a terminar de convencer a Eusebio de que su futuro estaba en Barcelona entrenando al filial.

Volviendo a Gasol, parece que sus vacaciones gallegas (Silvia nació en el municipio lucense de Quiroga) empiezan a ser sagradas. Dónde mejor que aquí va a desconectar de los problemas que vive la NBA, que no se sabe si empezará en fecha y forma por un quítame allá esas cuestiones económicas. La pela es la pela. También en América.