Un porriñés de corazón granadino

Víctor López VIGO / LA VOZ

VIGO

El ex meta Cándido Gómez presidió el Granada en su etapa de mayor gloria

11 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En el Nuevo Los Cármenes viendo el partido de esta noche estará Cándido Gómez (O Porriño, 1928). Después de años alejado del fútbol esta temporada rompió su autodisciplina de no volver a los estadios una vez, y con la de hoy serán dos, porque un Granada-Celta si para alguien resulta muy especial es para él. A sus 83 años este porriñés admite que aunque sigue sintiéndose muy gallego, la sangre andaluza ya le ha impregnado hasta el punto de querer que hoy se clasifique el equipo local.

«Que el Celta se amarre bien las botas y los machos porque les están esperando. Se va a llenar el campo y va a ser muy difícil que el Granada no pase a pesar del 1-0 de Balaídos», comienza diciendo. A los 16 años Candi, como así le conoce todo el mundo en Granada, dejó Galicia. Había entrenado con el Celta en el campo federativo de Coia pero porteros como Marzá o Simón le cerraron el paso a mediados de la década de los 40. «Ser profeta en tu tierra cuesta mucho. Me habría encantado poder quedarme en el Celta porque sigo considerándome un buen gallego», rememora el ex guardameta y pone de ejemplo a los dos actuales arqueros del Granada, Roberto y José Juan que estuvieron en la cantera celeste.

Su primer destino fue el Logroñés. Allí estuvo poco porque despuntó siendo juvenil y le fichó el Athletic de Bilbao. «Debo ser un caso único porque ni soy vasco ni mis padres lo eran». En el cuadro bilbaíno llegó a participar en amistosos pero en Liga lo tenía difícil. El histórico Lezama defendía entonces la portería de los leones y le tocó ser suplente. El presidente del Athletic le sugirió a Candi que se fuese al Valladolid para no quemarse en el banquillo. Curiosamente, otro de los cuatro equipos que participan en esta promoción, también tuvo a Cándido Gómez en sus filas. En su primer año con los pucelanos logró el ascenso a Primera y poco después ya recaló en el Granada en el coincidiría con Pahíño. «Él vino tras sus grandes años en el Celta y triunfar en el Real Madrid. Solo jugó un año pero era un excelente futbolista». No olvida que a Pahíño le vio con el Celta en aquella promoción de 1944-1945 en la que se midieron a los granadinos, y en la que los vigueses vencieron por 4-1. «De aquella aún estaba yo en Galicia y sé que lo habíamos celebrado mucho porque el Celta ascendió entonces».

Ahora las cosas han cambiado. Candi se casó y formó su familia a los pies de la Alhambra. «Me siento entre dos mares. El Mediterráneo y el Atlántico. Sé que quiero que pase el Granada pero admito que tengo el corazón dividido porque esta es ahora mi tierra, el Celtiña siempre ha estado presente en mi vida y también me tira mucho».

Este razonamiento es el que le lleva a expresar su disgusto por este emparejamiento en la primera ronda. «No me sentó nada bien que tocase este enfrentamiento porque uno de los dos tiene que quedarse fuera. Hubiese preferido que al menos se viesen en la final porque una parte de mí siempre se alegraría. Creo que el pase esta eliminatoria será el que ascienda».

Visita anual a Galicia

En lo personal, cada mes de agosto vuelve a casa y pasa una parte de sus vacaciones en Baiona y otro tanto en Mondariz Balneario «tomando las aguas». En sus visitas siempre encuentra un momento para hablar de fútbol. Esto le hace reservarse a la hora de dar un pronóstico para hoy porque «no quiero herir los sentimientos de mis paisanos. Me da pena pero no puedo negar que de mis dos corazones siento más al de Granada».