La coordinadora para el estudio de los mamíferos marinos (Cemma) examinó los cadáveres de dos delfines que aparecieron ayer en las costas de Baiona. El primero que fue localizado estaba varado sobre las rocas frente al paseo de Pinzón. Se trataba de un macho de 179 centímetros de longitud de la especie delphinus delphis cuyo estado era bastante fresco y que tenía el cuerpo muy erosionado por las rocas en las que estaba.
Sobre la una del mediodía, la cofradía de Baiona de la entrega de una cría de toniña (Phocoena phocoena) por parte de una embarcación con base en el puerto pesquero. El ejemplar apareció atrapado accidentalmente entre los aparejos de pesca.
Las conclusiones indican que la muerte fue por captura accidental en arte fijo de red, dado que el animal presentaba marcas corporales. La unidad móvil del Cemma recogió este ejemplar para su estudio científico, mientras que depositaron el delfín junto a las escaleras de acceso a las rocas desde el paseo de Pinzón para que el Ayuntamiento se encargara de su recogida.